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domingo, 9 de mayo de 2010
(Argentina) La Iglesia llamó a movilizarse y a votar contra la corrupción
Frente a la Basílica de Luján, el santuario que la presidenta Cristina Kirchner eligió para celebrar dentro de dos semanas el tedeum del Bicentenario, la Iglesia advirtió ayer que los ciudadanos deben exigir transparencia y honestidad a los representantes políticos.
Incluso, llamó a no votarlos si no cumplien con esos valores y a "movilizar a la opinión pública a que haga lo mismo", en un fuerte pronunciamiento, en momentos en que distintos hechos de corrupción son investigados por la Justicia y rozan al Gobierno.
La Iglesia sumó su voz al presentar el "Manifiesto de la esperanza", elaborado por el Departamento de Laicos del Episcopado y avalado por los obispos, que acompañaron su presentación junto al cardenal Jorge Bergoglio y miles de peregrinos, en una celebración que coincidió con la festividad de la Virgen de Luján.
Con la majestuosa basílica de fondo, dirigentes laicos, encabezados por el médico Justo Carbajales, presentaron el compromiso que debe animar a los ciudadanos a transitar con esperanza la celebración de los 200 años de la patria, enmarcada en el período 2010-2016. En ese escenario, reclamó el fortalecimiento de las instituciones republicanas, al que definió como "el único camino para la construcción de un país para todos", y el respeto a las leyes, para evitar "el desorden y la anarquía".
"Creemos en el valor de la transparencia y la honestidad. Nos comprometemos a cumplir con nuestros deberes familiares, cívicos y fiscales y también a exigir el mismo comportamiento en nuestros representantes políticos; a no votarlos si incumplieren con ello y a movilizar a la opinión pública para que haga lo mismo", leyó Carbajales, al concluir la misa presidida por Bergoglio, en un acto compartido con fieles laicos de distintas confesiones religiosas.
" No robarás es un mandato para todos, sin excepción", dijo el dirigente laico, en uno de los tramos más significativos del manifiesto.
Bergoglio presidió la misa, al aire libre, luego del encendido de velas en el que se rezó una oración por la patria. Definió al santuario de Luján como la "casa de los argentinos" y pidió a la Virgen que "cuide a la patria, en particular a aquellos que son los más olvidados, pero que saben que aquí siempre hay lugar para ellos". Instó a que "la patria crezca en paz y en concordia".
"No tenemos derecho a agacharnos, a bajar los brazos, llevados por la desesperanza. Recuperemos la memoria de esta patria que tiene madre", dijo Bergoglio.
Al lado del cardenal se ubicaban el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, y el obispo de San Isidro, Jorge Casaretto. En su condición de anfitrión, Radrizzani, que oficiará el tedeum al que asistirá la Presidenta, dio la bienvenida y animó a "seguir construyendo una patria para todos".
Desánimo e individualismo
Al presentar el manifiesto, Carbajales describió la "amarga sensación de desánimo y mezquino individualismo" que rodea al Bicentenario.
La situación de los excluidos ocupó parte del manifiesto, en el que los laicos se comprometieron a promover el diálogo social. "Es imprescindible lograr consensos básicos sobre un modelo de país que nos abarque a todos", se afirma en el documento.
Frente al desafío de la pobreza, la declaración señala que a pesar de todas las dificultades "es posible que los niños cuenten con un hogar que los contenga y los proteja". Se reclamó, en ese sentido, que "todas las políticas de inclusión social tengan como eje el fortalecimiento familiar" y que se promueva "el matrimonio como realmente es: una comunidad estable de vida y amor entre una mujer y un hombre", en un claro rechazo al proyecto del matrimonio gay que aprobó la Cámara de Diputados y ahora debe tratar el Senado. En la misma línea, hubo un claro rechazo al aborto, al proclamar la "dignidad intocable de la vida humana".
Al mismo tiempo, la Iglesia se pronunció en favor de la participación de los ciudadanos en la vida política. "No tenemos derecho a quejarnos de nuestros políticos si no participamos en lo público", se dijo en el mensaje.
Entre otros temas sensibles para el Gobierno, en momentos en que se discute la distribución de los recursos fiscales, se pidió afianzar el federalismo, que "supone y exige la necesaria y justa autonomía política y financiera de las provincias". Y hubo una clara necesidad de promover la educación y el trabajo digno.
Fuente: lanaciòn.com
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