

"¿Me acompañás hasta la parada?". "Es tarde, mejor me tomo un taxi". "Anotá la patente". "Te aviso cuando llego". "Nos están silbando a nosotras, mejor crucemos". "No me di cuenta de que iba a andar de noche y me puse pollera corta". "Apuremos el paso porque anda poca gente y estas calles son una boca de lobo". Estas cosas pensamos las mujeres cuando transitamos por la vía pública. Nos sentimos incómodas, perturbadas, condicionadas en nuestra libertad de transitar por las calles.