* Entidad sin fines de lucro, de gestión comunitaria y participación ciudadana *
domingo, 27 de diciembre de 2009
Inseguridad, el gran problema de la década
La creciente demanda por la inseguridad pública genera el desafío de romper la falsa opción entre tolerancia cero y garantismo.
27.12.2009
El reclamo de la sociedad en función de obtener mayor seguridad individual, ha planteado el debate acerca de si la política más adecuada para enfrentar el tema es prevenir el delito o reprimirlo.
Desde la posición “garantista” se sostiene que sin remover las causas que producen el delito es inútil sancionarlo, porque se seguirá reproduciendo.
La posición contraria argumenta que la sensación de impunidad que tiene el delincuente, al no ser sancionado, aumenta el delito al no tener pena.
Una política para enfrentar la inseguridad debe contemplar, por un lado, medidas tendientes a prevenir los delitos actuando con anticipación sobre potenciales delincuentes, pero también requiere una aplicación efectiva de la ley, disminuyendo la sensación del delincuente de que la posibilidad de ser sancionado es mínima o nula.
Se trata de un problema frente al cual la dirigencia muestra una fuerte incapacidad para dar respuesta al reclamo de la gente. No hay soluciones rápidas ni fáciles.
Las experiencias exitosas en este campo muestran que son las políticas rutinarias aplicadas con constancia a lo largo del tiempo, las que pueden dar resultado y no los golpes de efecto que se intentan en los períodos preelectorales.
Por esta razón, el problema es que un gobernante que se decide a trabajar seriamente para mejorar los niveles de seguridad pública, debe asumir que el éxito de sus medidas probablemente beneficiará a quien lo suceda en el poder y no a él mismo y ello no resulta fácil.
(Fuente: Rosendo Fraga - perfil.com)
Pobreza, crisis, esperanza
La pobreza es hija de un presente injusto, con futuro incierto.
27.12.2009
A la pobreza están llegando cada vez más personas, producto de una crisis no sólo financiera sino de un sistema global caduco. Es un sistema que ha dejado de tener sentido social e incluso económico. Gran número de personas están siendo víctimas de la crisis, perdiendo sus puestos de trabajo, pasando de la inseguridad a la precariedad en el empleo y a la pobreza. La situación económica está afectando a toda la sociedad, pero de manera muy especial a quienes menos tienen, a los más desprotegidos. La inseguridad se cierne en quienes han perdido su empleo y no se resignan a vivir de subsidios.
En este mundo convulsivo, tenemos que ser personas de Esperanza y crear momentos de Esperanza. Tenemos, como ciudadanos, la obligación de exigir y aportar soluciones globales con actuaciones concretas. Es fundamental tomar conciencia de nuestro protagonismo y concebir la participación ciudadana como un derecho irrenunciable. La gestión económica en democracia no puede ser responsabilidad exclusiva de las instituciones públicas ni de los políticos.
Todos tenemos un papel que desempeñar y hay que insistir en la participación ciudadana en las distintas organizaciones y plataformas sociales. La salida de la crisis pasa por lo comunitario, lo social y la cooperación. De lo contrario, estaremos apuntalando un sistema injusto y favoreciendo su repetición. La pobreza se irradicará con la justicia, en la esperanza de que otro mundo es posible La crisis la superaremos si tenemos la esperanza y el coraje de erradicar la pobreza a través de un nuevo sistema participativo y justo.
(Fuente: Juan De Dios Regordan/Caritas/europasur.es)
Godoy Cruz y Maipú (MENDOZA)
Proyectos, con el sello de los vecinos
domingo, 27 de diciembre de 2009
Municipios del Gran Mendoza incentivaron a su comunidad en la participación ciudadana a través de presupuestos participativos o programas específicos de fondos destinados a proyectos de los vecinos.
Según la información que pudo recabar Los Andes, en Godoy Cruz y Maipú funcionan dos programas específicos.
Ambos departamentos del Gran Mendoza contaron durante 2009 con la opinión de los contribuyentes y programas de discusión de fondos. Para el próximo ejercicio, la comuna maipucina destinará 4 millones de pesos para este tipo de iniciativas, mientras que la godoicruceña aportará 400.000 pesos para 11 propuestas.
En el primer departamento existe desde hace seis años el Presupuesto Participativo y en la segunda comuna tres años atrás se implementó el programa de Participación Activa y Responsable (PAR). Ambos sistemas estimulan la intervención de los vecinos en el presupuesto, si bien en Maipú no se lo discute directamente como en Godoy Cruz.
(Fuente: Laura Zulián - losandes.online)
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