
La revolución ambiental ya está asomando. Es hora de lanzarnos decididamente al cuidado de nuestra "Oikos" (casa, en la grecia antigua), que nos contiene y sostiene, integrando las ciencias que dedicamos a su conocimiento y administración: la ecología y la economía. En este sentido, se perfila un tándem de alternativas que son prioritarias para dar un salto cualitativo.