Escenario en el pasado de violentas guerras entre narcotraficantes, sicarios, paramilitares y guerrilleros, la ciudad colombiana de Medellín es hoy un ejemplo de modernidad y transformación, que la hará cumplir cabalmente como sede de los IX Juegos Sudamericanos.
Convertido en un atractivo turístico que sortea empinadas colinas, el Metrocable lleva a barrios donde hace pocos años apenas nadie pisaba por temor a los altos índices de criminalidad; además ha conseguido cambiar radicalmente el rostro de la marginal periferia.
En una de esas colinas se erige la Villa Sudamericana, que albergará a unas 5.000 personas y adonde se accede a través del Metrocable.
La villa deportiva, para cuya construcción se han invertido unos 16 millones de dólares, consta de 13 edificios de apartamentos que "serán un icono en el desarrollo del urbanismo social", según palabras del alcalde de Medellín, Alonso Salazar.
Y es que cuando concluyan los Juegos el complejo será ocupado por 621 familias de clase media que han adquirido las viviendas mediante subsidios estatales.
Ubicada en el sector de La Aurora y a 1.700 metros sobre el nivel del mar, la ciudad deportiva dispone de un restaurante para 650 comensales y está dotada de internet inalámbrico y líneas internacionales de teléfono de uso gratuito.
Una feria artesanal y un centro médico completan la oferta, todo envuelto en un sofisticado sistema de seguridad mediante huellas dactilares, credenciales con código de barras y señales holográficas.
Al término de las competiciones, el nuevo vecindario dispondrá de un centro cultural, jardín infantil y placas polideportivas en recuerdo del evento y como muestra del cambio social que ha experimentado Medellín.
En cuanto a los escenarios deportivos, se han construido cinco coliseos cubiertos.
Todo esto forma parte del denominado "Modelo Medellín", que según el consejero de Obras Públicas del Ayuntamiento, Mauricio Valencia, "trata de poner todos los mecanismos de una Administración en favor de un territorio de forma articulada, no solo en arquitectura, también en salud, educación, cultura, innovación".
Siempre bajo el prisma de la solidaridad y la convivencia, que ha llevado de paso a convertir a Medellín en sede de importantes eventos internacionales y un ejemplo para el mundo.
Uno de los exponentes de la transformación son los parques-bibliotecas, diseñados por prestigiosos arquitectos que buscaron espacios de convivencia e interesar a los jóvenes en el estudio, la cultura y el deporte.
Los colombianos Rogelio Salmona y Giancarlo Mazzanti o el japonés Hiroshi Naito son algunos de los arquitectos comprometidos en este proyecto, que incluye el museo interactivo Explora, el Acuario o el Jardín Botánico, donde se encuentran la casi totalidad de especies de Colombia, el segundo país con mayor biodiversidad del mundo.
Esas iniciativas llevaron a que en 2009 la ciudad acogiera la 50 Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo, con la presencia de varios jefes de Estado, entre ellos el Príncipe Felipe de España.
Ciudad que se ha ganado, además, un espacio en el mundo del glamour con las dos pasarelas de moda que celebra anualmente y constituidas entre las más prestigiosas de América Latina: Colombiamoda y Colombiatex.
Pruebas de fuego para que Medellín acoja ahora los Juegos Sudamericanos, que se disputarán del 19 al 30 de marzo en esta ciudad y sus alrededores y adonde llegarán miles de personas entre deportistas y aficionados.
Esto no hubiera sido posible sin la gestión del ex alcalde y ahora aspirante presidencial, Sergio Fajardo (2004-2008), quien inició la transformación y presentó la candidatura de Medellín en Buenos Aires en 2006.
Su sucesor, Alonso Salazar, optó por la continuidad y ese es el motivo por el que los Juegos Medellín 2010 son posibles en la capital antioqueña.
Fuente: adn.es
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