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lunes, 1 de noviembre de 2010

Honduras: ¡Avancemos hacia una democracia participativa y comunitaria!

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La democracia es un estilo de vida que se fundamenta en el reconocimiento como iguales...
 entre todos los y las integrantes de una sociedad. La democracia es la superación del esclavismo, del feudalismo y de las castas sociales.


Desde una perspectiva política, la democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo. La finalidad es la búsqueda del bienestar común e integral de toda la sociedad. Este bienestar implica la satisfacción de las necesidades económicas, políticas, sociales, culturales, ecológicas, etc.

El pueblo, para autogobernarse elige a sus mejores representantes para que estos mandatarios/as ejecuten la voluntad general del pueblo. Aunque éste siempre se reserva mecanismos para ejercer su poder de manera directa cuando así vea conveniente.

Para garantizar el bien común y la convivencia pacífica, todos y todas las integrantes de un pueblo democrático acuerdan normas básicas de organización y funcionamiento. A este acuerdo básico se denomina Constitución Política. Este documento, aprobado por todos/as, determina las reglas básicas para la designación de autoridades y la convivencia pacífica.

¿Para qué sirve el Partido Político?

En teoría es el instrumento político que dinamiza la construcción del bien común mediante un programa de gobierno, con su respectivo presupuesto y con un determinado enfoque ideológico. Deberían ser el canal por el cual el pueblo organizado se autogobierna de manera participativa para garantizar el bienestar integral de todos/as. Con esta idea se organizaron los primeros partidos políticos en el siglo XVI.

En Honduras, al igual que en otras partes del mundo, los partidos políticos jamás cumplieron esta función. Después que los españoles se marcharon de la Provincia de Honduras, criollos y algunos mestizos inventaron el Estado hondureño, con la finalidad de mantenerse en el poder sometiendo al pueblo. Estaban los conservadores que defendía la vigencia del sistema colonial, y los progresistas que defendían algunos cambios para continuar ellos en el poder.

Estas dos tendencias políticas, desde finales del siglo XIX, se convirtieron en el partido Liberal y Nacional. Ambos fundados por militares rústicos. Desde entonces, una élite sin ningún sentido de bien común, distribuidos en ambos partidos, somete y empobrece al pueblo, manteniéndolo en el analfabetismo y servilismo religioso. Lo más vergonzoso es que la víctima (el pueblo ignorante) asumió los colores políticos de sus verdugos (los partidos) y los defiende con orgullo familiar. Ésta es una de las peores desgracias que le ha sucedido a Honduras en su vida republicana. Y mientras no se libere de este veneno mortal, jamás podrá transitar por las rutas de la democracia.

Refundar los Partidos o Refundar Honduras

Ahora que el sector consciente del pueblo hondureño ha logrado imponer la Asamblea Constituyente como una agenda nacional, viejas y viejos políticos, como aves carroñeros hambrientos, se abalanzan a este proceso. Dicen, “para refundar Honduras, a favor de los pobres”. Y, como las y los hondureños en resistencia aún son víctimas de sus propias estructuras psicológicas que los convierten en “incapaces” para liberarse de la mitificación de sus verdugos, entonces, van en busca del Dr. fulano, el Abogado zutano, la Lic. mengana, viejas y viejos zorros del maldito bipartidismo que empobreció y envenena al pueblo hasta inutilizarlos psicológicamente.

En Honduras, todos los y las politiqueras están envenenados/as hasta las médulas por las ansias del poder y del dinero. Por tanto, cuando ellos hablan de refundar el país, están hablando de refundar SU partido para seguir colonizando y dominando al ignorante pueblo que mitifica a sus verdugos políticos.

Para ser democráticos no necesitamos pertenecer necesariamente a un partido. Para ser pobres, ladrones, analfabetos, miserables, corruptos, sonámbulos, sí necesitamos de partidos. No lo digo yo, lo dice la historia de Honduras.

Ahora es el momento para que la misma ciudadanía organizada comience a construir nuevas relaciones de poder a nivel de las aldeas y municipios, independiente de los partidos políticos. Para organizarte no necesitas pedir permiso a tu patrón o patrona, porque ellos no entienden lo que es democracia, ni el bien común.

Hacia una Democracia Participativa y Comunitaria

Hasta ahora las y los políticos pétreos nos han engañado con la simulación de la democracia representativa. Sin embargo, existen otras formas de democracia como la participativa y la comunitaria. Aunque no le guste a tu patrón o patrona, debes apostar a estas formas democráticas. La democracia representativa sólo ha servido para empobrecer a Honduras (convertirnos en analfabetos/as útiles) y afianzar el sistema de castas más espeluznantes del país.

Por eso, la nueva Constitución Política del Estado, que saldrá del proceso constituyente (con tu participación y mi participación), debe establecer mecanismos directos de control social y sanción política para las y los gobernantes como la Revocatoria de Mandato. Además, la Asamblea Constituyente (para las reformas trascendentales de la Constitución), como la Iniciativa Legislativa Ciudadana y los otros mecanismos de participación como referéndum y plebiscito, tienen que estar incorporados en el nuevo Contrato Social del pueblo de Honduras.

Debemos lograr que las organizaciones de ciudadanos/as y la organización de los pueblos indígenas y de otros sectores sean reconocidos en la nueva Constitución como organizaciones políticas, tan válidos como los partidos políticos, para presentar y elegir gobernantes a nivel local y nacional. Si no se logra esto, Honduras seguirá condenada al nefasto destino del neocolonialismo del bipartidismo, y, entonces, pasaremos como malditos a la historia del país porque no hicimos lo debimos en su momento.

> Fuente: revistazo.biz

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