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El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y titular de la Pastoral Social, Jorge Casaretto, pidió...
ayer en Santa Fe que la seguridad sea abordada desde una perspectiva de largo plazo y no con el endurecimiento de las penas. Además, si bien indicó que hay funcionarios del Gobierno Nacional que a veces confunden a la Iglesia con un partido político existe buen diálogo.
Casaretto visitó la ciudad capital invitado por el Peronismo Federal para participar en una jornada de políticas públicas y, en ese marco, remarcó: “Lo que más nos preocupa son los temas de la exclusión social y de la pobreza en la Argentina”. Al respecto, indicó que ambos problemas “son tabúes” y por ese motivo la Iglesia tiene que trabajar para “que sigan al tope de la agenda de los argentinos”.
—¿Cuál es el rol que hoy asume el Episcopado argentino teniendo en cuenta los documentos muy críticos hacia el Gobierno argentino?
—Nosotros tratamos siempre que el aporte de la Iglesia sea positivo, de construcción del bien común. A mí me gusta decir que los obispos tenemos la misión de animar espiritualmente a nuestro pueblo. Cuando se nos dice que nosotros tenemos poder yo contesto que es un poder espiritual. Algunas personas, incluso algunos políticos, también ven a la Iglesia como una especie de factor de poder y la equiparan a otro tipo de fuerza política.
“Me parece –continuó– que ésa es una visión equivocada, porque lo nuestro es llevar a todas las personas a que se preocupen más por el bien común y por eso nunca debemos hacer opiniones de cuestiones políticas concretas, porque para eso tenemos a nuestros representantes que son los que tienen que buscar los caminos”.
—¿Cuál es la relación que tiene la Iglesia con el Gobierno Nacional?
—Es de diálogo. Hablo más estrictamente desde lo que me toca, porque desde la Pastoral Social tenemos buen diálogo con distintos dirigentes y miembros del Gobierno. En la última Semana Social estuvo presente el gobernador de la provincia de Buenos Aires (Daniel Scioli) y en un encuentro que hemos hecho en Río Cuarto estuvieron distintos dirigentes del Frente para la Victoria y de otros partidos. Es decir que dialogamos (con el Gobierno), y esto es lo más importante y lo que buscamos. Por otra parte la Iglesia en esta materia siempre va sugiriendo algunas medidas que haya que tomar, pero lo que importa es que el diálogo esté abierto.
Precisamente, para evitar mostrar al Episcopado como un sector opositor al Gobierno, el también presidente de Cáritas Argentina consideró que “cuando salió la Asignación Universal por Hijo” desde la Iglesia se apoyó la iniciativa porque “es el mejor programa social que se elaboró en la Argentina como respuesta a esta pobreza”. De esa manera, trató de evitar cualquier tipo de crítica al Poder Ejecutivo Nacional, a diferencia de otros colegas suyos
Mirada a largo plazo
En cuanto a la inseguridad, el segundo obispo de la Diócesis de San Isidro dijo que no es un tema de fácil solución porque cuando se buscan respuestas rápidas sólo “se cae en el endurecimiento de las leyes y ése no es el único camino”. Según Casaretto, se debe seguir “el camino de largo plazo” para tratar de “que todos estos jóvenes tengan principios espirituales, principios éticos, que se mejore todo el tema educativo y también en lo laboral”.
—¿Dónde cree usted que están las causas de la inseguridad, porque muchas veces se la asocia con la pobreza?
—Lo primero que hay que decir es que los que más sufren la inseguridad son la gente más pobre, porque cuando hay personajes en los barrios que son conocidos, que son violentos, los primeros en sufrirlo son los propios vecinos, y es importante tenerlo presente. Entonces no es un tema de pobres contra ricos, es un problema de violentos que están alterando el orden social incluso llegando a quitar vidas.
“Nosotros creemos que este tema no tiene una respuesta rápida, sino que es una problemática que lamentablemente la tenemos como incorporada a la vida argentina y no va a ser fácil dar una respuesta total en poco tiempo. Nosotros creemos que las respuestas a largo plazo tienen que ver con la superación de todo aquello que está degradado en la Argentina, pero sobre todo hay que encarar las causas. En 1999 escribí una pastoral sobre esto y digo: «Si los chicos están armados es porque hay tráfico de armas, si los chicos están drogados es porque hay tráfico de drogas»”, expresó Casaretto.
Finalmente, el obispo añadió: “La gran salida de los argentinos, frente a este tema de la inseguridad, es que todos podamos vivir una dignidad y para eso necesitamos educación y trabajo, además de enfrentar con una lucha responsable el narcotráfico, porque es la droga la que hace tanto y tanto daño a nuestro jóvenes”.
Fuente. agenciafe.com
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