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Ante los primeros casos detectados en la provincia de Buenos Aires, las autoridades sanitarias reaccionaron con eficiencia.
Nadie esperaba que el sarampión volviera a aparecer en la Argentina hasta el punto de que se considerara necesario emitir una alerta por la existencia de posibles casos y de poner en práctica rápidamente planes de vacunación.
Esta enfermedad, que había sido, mucho tiempo atrás, de las más comunes entre las infantiles, con los años se tornó altamente peligrosa, por lo que la vacunación es obligatoria desde los 6 meses de edad hasta los 50 años, por lo menos. Que las campañas han resultado efectivas lo prueba el hecho de que esta enfermedad se consideraba eliminada de la Argentina desde 2000.
Sin embargo, coincidió en el tiempo que en Sudáfrica, sede del reciente Mundial de Fútbol 2010, se produjo una epidemia de esa enfermedad, por lo cual aparecieron en nuestro país casos de sarampión de argentinos que habían viajado a ese país para el encuentro.
Es interesante destacar que, debido a que el sarampión hace diez años que no se ve en las consultas médicas, podría ocurrir que pediatras y clínicos no reconocieran inmediatamente los síntomas, de allí la importancia de difundirlos por todos los medios posibles. Fiebre, conjuntivitis, tos (triple catarro) y erupción generalizada con espacios de piel sana son las manifestaciones clínicas más evidentes por las cuales se debe hacer una rápida consulta al médico, ya que esta enfermedad es altamente contagiosa.
La existencia de algunos casos se conoció en la primera quincena de agosto último y la reacción de las autoridades del Ministerio de Salud, afortunadamente, no se hizo esperar. Hubo una reunión, encabezada por el ministro Juan Manzur, con especialistas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y referentes locales de infectología para analizar la situación. Como resultado inmediato, se logró la articulación de una política pública desde el orden nacional, provincial y municipal, que devino en la conformación de un comité itinerante que se instaló en la zona donde aparecieron los casos sospechosos, es decir, en la provincia de Buenos Aires.
Por esa razón, también, la campaña de vacunación fue dispuesta en esa jurisdicción y en la ciudad de Buenos Aires, en primer lugar, aunque, más tarde, cuando se detectaron casos sospechosos en San Juan y en La Rioja, también se instó a los habitantes de esas provincias a vacunarse.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación se advirtió a la población que se cuenta con dos millones de vacunas y que la vacunación es gratuita en todo hospital y vacunatorio público nacional, provincial o municipal.
Las medidas tomadas oportunamente para enfrentar la gripe A parecen haber servido de perfecto entrenamiento para que ahora tanto las autoridades correspondientes como los medios de comunicación y la población misma hayan reaccionado responsablemente ante la posibilidad de que el sarampión reaparezca en nuestro país. Por supuesto, todavía habrá que mantenerse alertas e informados porque el peligro no ha cedido, pero el panorama se presenta más alentador que con respecto a otras enfermedades, como el mal de Chagas o la leptospirosis.
Fuente: lanacion.com.ar
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