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Por Marcelo Canton
Para alimentar el nivel de actividad, el Gobierno ha llevado a un nivel récord el gasto público, el más alto de los últimos 30 años.
Eso significa, claro, mayor presión impositiva para poder solventar las obras, subsidios o planes sociales que se implementan para mantener la economía a tasas chinas. Aunque esa presión impositiva termine afectando aún a aquellos que deberían ser destinatarios de los auxilios del Estado. Tal el caso de los maestros, un gremio que históricamente tuvo ingresos bajos. Es como repartir el dinero de los pobres entre los pobres.
Fuente: clarin.com
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