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Daniel Zovatto (Director regional de Idea Internacional para América latina)
Los “rankings” globales no son perfectos; sin embargo, aportan valiosa información para reflexionar sobre...
nuestra situación y ubicación en el plano global. La revista Newsweek acaba de difundir su índice sobre “los mejores países del mundo”.
Tomó como base la pregunta: “Si usted naciese hoy, ¿qué país le daría la mejor oportunidad de vivir una vida saludable, segura, razonablemente próspera y ascender socialmente?” Y eligió cinco categorías de bienestar nacional: educación, salud, calidad de vida, competitividad económica y ambiente político. Con ello, compiló y sistematizó esas categorías en 100 naciones del globo. En el primero y último lugar se encuentran, respectivamente, Finlandia y Burkina Faso (ex Alto Volta, África meridional). Argentina se ubica en la mediocre posición 46.
Resultados y conclusiones.
La principal conclusión es que “no existe un modelo para el éxito nacional. Cualquier sabiduría convencional que diga que Beijing o Brasilia tienen ahora la respuesta, y no Wa-shington, se equivoca. Los países vencedores son un grupo heterogéneo que ha sabido encontrar múltiples maneras de crear sociedades vibrantes, sanas y (quizá) felices”.
Los mejores países tienden a ser pequeños, homogéneos y bastante inofensivos, con un peso geopolítico bastante insignificante.
Europeos y nórdicos. Los claros ganadores son los europeos y, entre ellos, los nórdicos: Finlandia en primer lugar; Suecia, tercero; Noruega, sexto; Dinamarca, décimo. Están junto a Suiza, en segundo lugar; Australia, cuarto; Luxemburgo, quinto; Canadá, séptimo y Japón, noveno. Entre los que quedaron en las últimas posiciones, hay nueve países africanos y Yemen.
G-7. De los países del Grupo de los 7 sólo dos –Canadá y Japón– quedaron en las primeras 10 posiciones; la ubicación de los cinco restantes fueron: Estados Unidos, 11; Alemania, 12; Reino Unido, 14; Francia, 16, e Italia, 23. Por su parte, los países Bric, cuya relevancia económica y geopolítica es cada vez mayor, no quedaron muy bien parados: Brasil, 48; Rusia, 51; India, 78, y China, 59.
América latina. Sale con pésimos resultados, salvo Chile –el mejor ubicado de la región– en el lugar 30, y Costa Rica, 35. Seis países están en el rango de los 40: Panamá, 41; Perú, 42; Uruguay, 44; México, 45; Argentina, 46; Brasil, 48; otros dos en el de los cincuenta: Cuba, 50, y República Dominicana, 55; y dos más en el de los 60: Colombia, 62, y Paraguay, 68. Los países peor ubicados son: Ecuador, 70; Venezuela, 71; El Salvador, 72; Nicaragua, 75; Honduras, 76; Bolivia, 77 y, en el último lugar, Guatemala, 84.
Importancia de la educación. Según el informe de Newsweek , uno de los factores más importantes para avanzar como país estriba en una educación de calidad. Corea del Sur es muy buen ejemplo. Mientras en la década de 1960, su riqueza nacional se encontraba a la par de la de Afganistán, hoy es uno de las más ricos del mundo, en gran medida gracias a la prioridad puesta en la educación, ocupando el segundo lugar en esa categoría, informa la revista. Argentina, en cambio, se ubica en la posición 80, la peor calificación de las cinco categorías.
De las experiencias de los países más exitosos, es posible aprender buenas lecciones, entre las que destacan:
1) incluir tempranamente a la niñez en la escuela, ya que la educación preescolar de calidad aporta más a las oportunidades de un niño en la escuela y en su vida, que cualquier otra intervención educativa;
2) Ampliar la jornada escolar;
3) Contar con maestros y profesores capacitados. Estudios llevados a cabo en Estados Unidos demuestran que los niños con maestros más eficientes aprenden tres veces más que aquellos cuyos maestros son menos eficientes;
4) Asegurarse de que el mayor número de estudiantes termine su formación; y 5) brindar atención individualizada a los estudiantes.
Finlandia, por caso, se asegura de que todo niño complete la educación básica y cumpla con un estándar riguroso, para lo cual da apoyo personalizado a los que lo necesitan.
Las otras dimensiones. La calificación de Argentina en dinamismo económico es también muy mala: 75.
Cabe tener presente la recomendación que formulan James Manyika, Susan Lund y Byron Auguste, del Instituto Global de la consultora McKinsey, al señalar que el dinamismo económico depende en gran medida del grado de competitividad de los sectores de la economía de un país. Entre sus principales recomendaciones, figura la importancia de que los países cuenten con un sólido Estado de derecho (seguridad jurídica), con patentes y protecciones para la propiedad intelectual, contratos forzosos y tribunales que resuelvan disputas de acuerdo a derecho.
En las restantes tres dimensiones, Argentina ocupa un mediocre lugar 52 en calidad de vida y la posición 42 en ambiente político. La mejor calificación la obtiene en salud: 32.
Las malas calificaciones de Argentina las acaba de confirmar la encuesta del World Economic Forum (WEF), en asociación con la IAE Business School, dada a conocer a inicios de septiembre. Inseguridad jurídica, inflación, acceso al financiamiento, corrupción e ineficiencia del Estado son los cinco factores que más preocupan a los empresarios argentinos, en un escenario complejo en el que conviven bloqueos a fábricas, una tirante relación entre los gremios y entidades empresariales debido a polémicos proyectos, y una embestida oficial contra algunas compañías.
Según el Informe Global de Competitividad 2010-2011 del WEF, Argentina ocupa el puesto número 87, que muestra una caída de dos posiciones respecto del año pasado, lo cual la coloca muy a la zaga de Chile (30), seguido por Panamá (53), Costa Rica (56), Brasil (58), Uruguay (64) y México (66).
“El tamaño de su amplio mercado y su buen sistema educativo en la primaria y niveles más altos no compensan las serias y persistentes deficiencias que socavan el potencial de crecimiento de Argentina en el largo plazo. En particular –señala este informe– su entorno institucional es uno de los peores del mundo, con poca confianza pública en los políticos y profunda preocupación por la seguridad jurídica”.
Mi opinión: como todo ranking , el de Newsweek y el del WEF no son perfectos; sin embargo, aportan valiosa información para reflexionar sobre nuestra situación y ubicación en el plano global. Del estudio, se desprende claramente que un sistema educativo de excelencia, con una base educativa amplia, está estrechamente vinculado a la prosperidad económica futura y constituye una dimensión estratégica para tener mejores oportunidades en la sociedad del conocimiento y en el mundo globalizado en que vivimos.
El Estado de derecho y la seguridad jurídica son, igualmente, factores críticos para contar con una economía dinámica y competitiva. Una tercera dimensión de importancia capital es un ambiente político proclive al diálogo y la construcción de consensos, con instituciones de calidad, altos niveles de transparencia y baja corrupción; curiosamente, tres de las principales debilidades características de nuestra realidad y que explican, pese al alto crecimiento económico de los últimos años, la baja calidad de la democracia argentina, el deterioro creciente de su calidad de vida y la mediocre ubicación en los ranking mundiales.
Fuente: lavoz.com.ar
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