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viernes, 24 de septiembre de 2010

(Argentina) El 27,3% fue víctima del delito

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El año pasado los hechos de inseguridad subieron casi 6% respecto de 2008, y más de 16% en relación con 2007.
La percepción de los habitantes de los principales centros urbanos del país en cuanto a la inseguridad se contrapone a las estadísticas brindadas el martes pasado en la Cámara de Diputados por el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak. En esa oportunidad, el funcionario dijo que descendió 37 por ciento la tasa de homicidios entre 2004 y 2008.
Según surge de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) 2009 de la Universidad Católica Argentina (UCA), en el 27,3% de los hogares encuestados sus integrantes aseguraron haber sufrido un hecho de delincuencia durante 2009, mientras que en 2008 había respondido lo mismo el 25,8%; es decir, hubo un crecimiento interanual de casi 6 por ciento y de más del 16% en relación con 2007.
A su vez, el 77,4% de la población encuestada manifestó sentirse inseguro. Es 2,2 puntos más que en la medición del año anterior (75,2%) y, prácticamente, 7 puntos más que en la de 2007, cuando la percepción de inseguridad alcanzó el 70,7% de los consultados.
Sí hubo una disminución en el relevamiento de hechos de violencia, que en 2009 dijo haberlos padecido el 5,2% de los encuestados, 22% menos que en 2008, aunque casi 24% más que en 2007.
La EDSA se realiza desde 2004, sobre una muestra aleatoria de 2500 casos, en una población mayor de 18 años residente en conglomerados urbanos de más de 200.000 habitantes, como el Area Metropolitana de Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Mendoza, Gran Rosario, Gran Salta, Gran Resistencia, Paraná, Bahía Blanca y Neuquén-Zapala.
"Si se analiza el problema de la inseguridad en nuestro país desde su doble perspectiva de cantidad o números de delitos concretos registrados y desde la percepción o sentimiento de inseguridad que experimentan las personas, se observa que es un problema que afecta de una manera u otra a la mayoría de la población encuestada", opinaron Carolina Moreno y Ariel Sigal, investigadores del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, sobre la base de los resultados de la EDSA.
En su análisis sobre el problema del delito en la Argentina, en el que sostienen que "la sensación de inseguridad, como fenómeno, no se define en tanto sinónimo de delito", expresaron: "La violencia, como fenómeno, afecta el desarrollo y el bienestar de la población. Cuando la población es propensa a sufrir un acto de delincuencia o violencia, van cediendo su felicidad, su capacidad creativa, su interacción social y su productividad. Se generan angustias y resignaciones y se pierde la capacidad de proyección".
Tras definir la violencia como "una dominación de poder", concluyeron: "La sensación de inseguridad y la delincuencia son discursos violentos de la elaboración social de la realidad capaces de provocar movilización social, es decir, producir efectos de realidad y efectos en la realidad. Al producir efectos de realidad, la subjetividad de la población altera su percepción de integridad, libertad y seguridad y produce un sujeto-sujetado al aislamiento, fobia social, pánico".
El estudio da señales del tema en función del ámbito geográfico y el estrato socioeconómico. Así, revela que el porcentaje de hechos de violencia sufridos es más alto en el interior del país (7,5%) que en el área metropolitana de Buenos Aires (4,3%) y que hay una leve tendencia a la disminución a medida que aumenta el nivel socioeconómico de los entrevistados (de 5,6%, en el estrato bajo, a 3,8%, en el alto).
A la inversa, en cuanto a la sensación de inseguridad, crece a medida que aumenta el nivel socioeconómico: de 72,4% en el estrato bajo a 83,4% en el medio, con un leve descenso al 78,9% en el sector alto. Lo mismo ocurre con los hechos de delincuencia padecidos: van de 21,9%, entre consultados de los sectores socioeconómicos bajos, a 31,2%, en la porción más alta.
El acceso a la vigilancia policial, revela la EDSA, crece notablemente cuanto más alto es el nivel socioeconómico (de 30,7% a 50,8 por ciento).
En cuanto a la geolocalización de los delitos consumados, el 17,5% de habitantes de villas consultados manifestó haber sufrido un hecho de delincuencia, contra el 26,9% de quienes viven en urbanizaciones de estratos medios y altos.
Finalmente, en cuanto a la tipología de los agresores, el 97% fueron varones; el 30,6%, menores de 18 años, y el 43,9%, de entre 18 y 30 años. De ellos, el 28,8% fueron caracterizados por las víctimas como de "muy baja" clase social; el 36,5% fue situado en el sector bajo, mientras que el 34,6% fue definido como de un estrato social medio. En el 27,6% de los casos actuó un delincuente solitario, mientras que en cuatro de cada diez los autores fueron dos.
Fuente: lanacion.com.ar

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