Tras años de trabajo, las integrantes de la comisión directiva del hogar, siguen ayudando a los abuelos. No sólo los contienen, sino que los asisten durante los 365 días del año. Un ejemplo de solidaridad y compromiso social.
El hogar de ancianos La Merced, comenzó a gestarse luego de las conversaciones que realizaban en la década del 20 los integrantes de la comisión que administraba por ese entonces el Hospital Municipal. Así fue como el 30 de marzo de 1926 nace la Sociedad de Damas de Beneficencia de Balcarce.
Rosa Echeverría, integrante de la comisión directiva del hogar, en diálogo con La Vanguardia, comentó que “la finalidad era socorrer a los necesitados en forma individual o colectiva”. Inicialmente, se había pensado en “enfocar el accionar en el bienestar de la niñez y la juventud” pero viendo las necesidades de los ancianos indigentes, se optó por aunar los esfuerzos hacia este segmento.
De esta manera, el grupo de trabajo se avocó a la búsqueda de un sitio para poder albergar a los ancianos. Hacia 1928, Próspero Baudrín, dono un lote donde se realizó el actual edificio. Quedando establecido, el 19 de marzo de 1936. Las encargadas de dirigir el hogar durante varios años, fueron las Hermanas Antoninas, mientras que las que llevaban adelante las tareas administrativas eran las integrantes de la comisión directiva.
En 1993, las hermanas se retiran de su cargo ya que no contaban con la cantidad de religiosas que hacían falta para llevar a cabo esta tipo de actividad y por tal motivo, toma el mando del hogar la comisión directiva de la Sociedad de Damas de Beneficencia de Balcarce. Una de las principales acciones que emprendió la comisión fue “reunir fondos” para el “mantenimiento de la institución”, explicó Rosa. Fue en dicho contexto, cuando se empezó a trabajar con las colectas anuales, donde la población contribuía con dinero y alimentos.
Fuente: diariolavanguardia.com.ar
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