UNICEF lideró una convocatoria nacional en Argentina para brindar apoyo al programa del Ministerio de Salud de prevención contra el dengue. Un total de 16.000 voluntarios de la Cruz Roja y Ecoclubes realizaron tareas de recolección de recipientes y utensilios domésticos.
Miles de voluntarios de todas las provincias argentinas se movilizaron en los barrios para erradicar la aparición del mosquito Aedes Aegypti, en el marco de una convocatoria multisectorial auspiciada por UNICEF para apoyar el "Plan nacional para la prevención y el control del dengue y la fiebre amarilla" impulsado por el Ministerio de Salud de Argentina.
La convocatoria de UNICEF contó con la participación, entre otros, de Cruz Roja, Ecoclubes, el Centro de Estudios del Mosquito de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Organización Panamericana de la Salud, organismos internacionales y agrupaciones civiles.
La iniciativa tiene como objetivo prevenir la expansión del dengue mediante la educación sanitaria y por medio de acciones de movilización social que incluyen la eliminación de recipientes de agua donde el mosquito puede desarrollarse.
El Centro de Estudios del Mosquito de la UBA supervisó la redacción de un manual con el que se capacitó a los 16.000 voluntarios de la Cruz Roja y Ecoclubes, que desde octubre de 2009 recorren las localidades más vulnerables a la propagación del mosquito en varias provincias argentinas como Buenos Aires, el Chaco, Córdoba o La Pampa.
El manual titulado Guía de Participación Social en la Prevención del Dengue y su presentación durante la Feria del libro en Buenos Aires contó con la presencia de Zulma Ortiz, Especialista en Salud de UNICEF; Nicolás Schweingamn, investigador del CONICET y director del Grupo de Estudio Sobre Mosquitos de la UBA; y los jóvenes voluntarios de Ecoclubes y Cruz Roja.
Los jóvenes habían trabajado en las comunidades para informar y eliminar los contenedores de agua estanca donde se reproduce el insecto.
El invierno es una estación clave para prevenir brotes y epidemias. El Aedes Aegypti está activo durante el verano pero cuando bajan las temperaturas, los mosquitos adultos mueren. No obstante, los huevos resisten el frío y perpetuan la epidemia al verano siguiente, a menos que sean eliminados antes de que llegue el calor y empiecen a desarrollarse las larvas.
Los jardines con pasto alto y los recipientes con agua estanca como las cubiertas de los automóviles, las pilas para lavar ropa con el desagüe taponado o los platos donde se apoyan las macetas producen microclimas ideales para su reproducción.
Los grupos comunitarios como promotores del cambio conductual
El plan de trabajo incluye la difusión de medidas de precaución mediante carteles, folletos y calendarios de 2010 distribuidos en escuelas, centros de salud y comedores comunitarios. Se calcula que las campañas en la vía pública ya lograron sensibilizar a más de 41.000 personas.
"La movilización social y la comunicación son herramientas clave a la hora de prevenir y controlar epidemias", afirmó Andrés Franco, Representante de UNICEF en Argentina. Franco explicó que es fundamental escuchar a los grupos comunitarios e incluirlos la planificación de las actividades para la lucha contra el mosquito "porque ellos son los referentes en los barrios y pueden promover cambios en los hábitos y costumbres de la gente que favorezcan el desarrollo de ambientes saludables".
Para obtener más información, póngase en contacto con:
María José Ravalli, Especialista en Comunicación de UNICEF en Argentina, correo electrónico: mjravalli@unicef.org.
Natalia L. Calisti, Consultora en Comunicación de UNICEF
tel.: + 54 011 15-4147-2785, correo electrónico: ncalisti@unicef.org.
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