El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, aseguró que los índices de pobreza aumentaron en la Argentina, pese a que en los distintos sectores "se habla con tanta frecuencia de una mejor distribución de la riqueza".
Aguer sostuvo que la riqueza "pasa de manos", pero "son siempre pocas y siempre en frustración de los más pobres, de los pobres de siempre y de los nuevos pobres, que son muchos".
En momentos en que la Iglesia se pronunció en favor de bajar la "crispación", el religioso cuestionó la situación actual del país y señaló que pese a "estar lleno de posibilidades se lo ve deshilachado, sin rumbo, sin destino".
"Pareciera que todo tiene que renovarse y sin embargo todo vuelve hacia atrás", evaluó Aguer.
En su columna televisiva del programa "Claves para un Mundo Mejor", el arzobispo de La Plata sostuvo que "es necesario reeducar a toda una generación en los verdaderos valores, en los grandes valores superiores".
Al respecto, consideró que "es necesario promover la civilidad activa en todos los habitantes de este suelo".
"Nuestra condición de cristianos nos impone un compromiso muy serio a favor de nuestra patria", evaluó Aguer, y estimó que "es necesario asumir una civilidad activa, que no rehuya incluso, cuando corresponde, el compromiso político, pero un compromiso honesto, generoso, servicial".
En este sentido, agregó: "Nosotros, que a veces miramos como meros espectadores lo que pasa a nuestro alrededor y nos horrorizamos de lo que vemos, nosotros debemos ser protagonistas principales, porque esa es la mejor manera de cumplir con nuestro destino pascual".
Aguer se pronuncio así en la víspera de la celebración de Pascua, un día después de que el cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, pidiera a la sociedad y al resto de la Iglesia bajar el tono de crispación.
Fuente: NA
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