Es una obviedad decir que los candidatos a cualquier cargo se definen desde quien detenta el poder. Guillermo Mosso, el candidato del Partido Demócrata, no es la excepción: gusta cultivar un perfil que mezcla la pata política (de apertura, diálogo y transparencia) y la de gestor moderno, contrapuesta a lo que llama el "problema histórico del radicalismo" y el estilo del intendente, Víctor Fayad, de quien dice "aplica 20 años después la misma receta de su primera intendencia.
Queremos efectivizar el presupuesto participativo para que el vecino decida sobre el destino de obras y servicios. Por ejemplo, el plan de pavimento actual, es un plan de 12 meses que se ejecutó en dos por una cuestión electoral y en algunos sitios de la ciudad era discutible, cuando había otras prioridades. Eso se hubiera evitado con el presupuesto participativo, porque los vecinos hubieran dicho qué obras les parecían más oportunas.
También proponemos reformular la banca del vecino, porque hoy para que el vecino pueda participar tiene que ser más importante que un concejal. Una vez por mes, abrir un registro de vecinos y sólo con su DNI tiene derecho a exponer ante los concejales durante 15 minutos. Tantas exigencias alejan al vecino del Concejo Deliberante.
Fuente: Los Andes Online
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