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por Natasha Pitts
Terminó el martes (15) la Asamblea de Pueblos Indígenas y Negros de La Muskitia, en Honduras, iniciada el viernes (11) con el propósito de analizar y discutir las amenazas a la vida de los pueblos Miskitu, Tawahka, Pech, Garífuna y Lenca.
Además de las definiciones y declaraciones emitidas después del encuentro, los participantes divulgaron la concreción de la Unidad de Pueblos Indígenas y Negros de La Muskitia Hondureña (UPINMH).
El evento fue un espacio importante para que los pueblos participantes reafirmaran su lucha contra los enemigos históricos –la transnacionalización, la privatización, las concesiones de explotación y la militarización- y expusieran qué iniciativas se desarrollarán de aquí en adelante.
En su declaración final, los participantes denunciaron que su modo de vivir y los recursos naturales preservados por ellos y sus ancestros están siendo "amenazados por las pretensiones del Estado y de los capitales nacionales y transnacionales que desean tomar el control de los mismos sin importarles los impactos ambientales, sociales y la violación de los derechos colectivos”.
Una decisión del Estado de Honduras que viene perjudicando a los pueblos de La Muskitia es la construcción de las represas Patuca I, II y III sin la realización de ningún tipo de consulta previa e informada, ni el consentimiento de los pueblos afectados. Los Miskitu, Tawahka, Pech, Garífuna y Lenca dejan claro que la información dada por el presidente Porfirio Lobo de que sólo los pueblos mestizos serían afectados por Patuca III no es verdadera. Con la excepción de los Lenca, cuatro pueblos serán afectados por la reducción de la cantidad de agua disponible en el río Patuca, empobrecimiento de la biodiversidad acuática y pérdida del único medio de comunicación fluvial.
Proyectos semejantes a éste son considerados por los pueblos indígenas y negros como de privatización del agua, hecho inaceptable dentro de su cosmovisión. A pesar de ello, desde el comienzo del siglo XX el Estado hondureño da continuidad al otorgamiento de diversas concesiones de explotación en la plataforma continental y marítima de La Muskitia, violando derechos de propiedad, administración y control de territorio.
Las violaciones e intromisiones no terminan allí. Los pueblos participantes aseguran categóricamente que rechazan las intenciones del gobierno de crear una "ciudad modelo”, plan que ocasionará la pérdida de la soberanía de los pueblos de la región.
"Reiteramos nuestro repudio al Plan de Nación y Visión de País, igualmente a la creación y operación de la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afro-hondureños, así como las pretensiones de este gobierno con la creación de la ‘ciudad modelo’, ya que estas iniciativas no están de acuerdo con nuestra cosmovisión, la problemática, necesidades y prioridades particulares de los pueblos que habitan el territorio de La Muskitia”, declararon.
De manera semejante, la militarización también afecta la vida de los pueblos que habitan la región y quita su autonomía sobre el territorio. La justificación de la lucha contra el narcotráfico y el retiro ilegal de madera no convence más. Los pueblos indígenas y negros conocen el valor de sus tierras y comprenden que la profundización de la militarización ocasiona la pérdida de la soberanía nacional y de los derechos de los pueblos.
En la oportunidad, a fin de fortalecer las demandas y luchar contra los abusos del gobierno de Porfirio Lobo, los participantes fundaron la Unidad de Pueblos Indígenas y Negros de La Muskitia Hondureña (UPINMH) para que se pueda disponer de un "espacio de articulación, incidencia y avance para la construcción de una región autónoma para enfrentar en forma colectiva las políticas públicas estatales y los intereses del capital nacional y transnacional”.
Fuente: adital.com.br
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