El Episcopado acaba de reiterar su llamado al diálogo y la búsqueda de consensos para el desarrollo integral y la erradicación de la pobreza.
Seguramente el Gobierno persistirá en su postura de atribuirse el monopolio de la representación del interés colectivo como modo de ocultar sus propias defecciones, descalificar las críticas o desviar la atención respecto de los casos de corrupción en los que se encuentra comprometido.
Frente a esta persistencia de un estilo autoritario, el mensaje de la Iglesia, a través de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, llega en un momento oportuno, para recordarnos que la defensa de dicho interés colectivo no es responsabilidad exclusiva del Gobierno sino que precisa del concurso de los intereses sectoriales y se construye en democracia a partir de la existencia de una pluralidad irreductible de ideas y representaciones políticas.
La necesidad de desandar el camino de la confrontación y los disensos absolutos y de alentar el diálogo y los consensos no es una recomendación que atienda solamente a los medios y prácticas del régimen democrático.
Tampoco es una cuestión meramente instrumental o formal: hace a la sustancia de la vida política como construcción del bien común y el interés colectivo. En la medida que se pueda entender de este modo, se crearán condiciones más propicias para la convivencia, la inteligencia y rendimiento de la dirigencia se verán más exigidos y los resultados en términos de calidad democrática serán más satisfactorios.Frente a la persistencia de un estilo autoritario en el Gobierno, el mensaje de la Pastoral Social del Episcopado llega en un momento oportuno.
Fuente: clarin.com
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