La persistencia en nuestro país de un cuadro severo de pobreza, exclusión social e injusticias sigue...
multiplicando las respuestas solidarias de la sociedad civil, y en la búsqueda de caminos que remuevan la desigualdad se han afirmado organizaciones y proyectos en los que convergen la inteligencia, el trabajo y la sensibilidad.
Un puñado de estos programas acaba de recibir un premio internacional de parte del Banco Mundial, la OEA y el BID.
El reconocimiento dado a jóvenes emprendedores con ideas que busquen reducir la pobreza y mejorar el nivel de vida alcanzó a la Fundación ph15, que recurre a la enseñanza de la fotografía como manera de promover la inserción social en Ciudad Oculta; a la Asociación Civil Para que no te quedes afuera, que abrirá una escuela de jóvenes árbitros, para brindar una salida laboral a jóvenes desempleados y cultivar el respeto a las normas; a la Asociación Civil Andar, que propone utilizar la gastronomía para desarrollar el potencial de personas con discapacidad; y a la Fundación Tzedaká, que promueve la creación de empleo para jóvenes de familias vulnerables.
En una medida muy relevante, las organizaciones de la sociedad civil brindan respuestas horizontales, transparentes y altamente efectivas en la lucha contra los padecimientos más severos de nuestro país.
De un modo directo, sin clientelismos ni otros abusos, cubren necesidades urgentes y también participan de la construcción de remedios más profundos para los sectores más vulnerables.
La persistencia de la pobreza y el déficit de asistencia estatal, multiplican las respuestas solidarias de la sociedad civil, brindando respuestas transparentes y efectivas.
Fuente: clarin.com
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