El cuadro de inseguridad que se padece en nuestra sociedad demanda respuestas urgentes y prioritarias, así como también una estrategia que apunte a revertir sus causas estructurales.
Entre las medidas imprescindibles se ubican mejoras en la prestación del servicio de seguridad, como la incorporación de más efectivos policiales para patrullar las zonas con mayor nivel de delitos y el despliegue de cámaras de seguridad.Estas medidas, el Gobierno nacional -y como resultado de intensos reclamos ciudadanos- las prometió hace un año, para aliviar la realidad que se presenta en el Gran Buenos Aires, en Mar del Plata y Bahía Blanca y también en Mendoza. Sin embargo, la ejecución del plan ha logrado, a la fecha, alcanzar menos de un tercio de los objetivos, debido a que muchos de los fondos entregados quedaron sin utilizar por cuestiones administrativas y a congelamientos de ayudas prometidas por distanciamientos políticos posteriores. Sea entonces por razones burocráticas o por conveniencia de tipo partidaria, se incumple con una medida destinada a satisfacer una necesidad tan delicada como la de la seguridad pública, favoreciendo de este modo el alza del ritmo delictivo, que en la provincia de Buenos Aires hoy alcanza a registrar 75 delitos por hora.
Ante esto, es necesario que se adopten con urgencia las medidas de seguridad imprescindibles y comprometidas, como también se espera la implementación de una estrategia integral, que tenga como pilar la inclusión social de los marginados y excluidos.
El Gobierno, hace un año, anunció un plan de seguridad que, a la fecha, no se concretó en sus dos terceras partes, dejando mal atendida una demanda urgente.
Fuente: clarin.com
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