Blanca Julia Juárez-Presidenta del C.P.C.E.J
La realidad económica mundial indica que el ciclo de la crisis se mantiene en su fase recesiva. El diario argentino La Nación el 8 de abril pasado ha reproducido un comentario del The New York Times que reflejó la dimensión de la crisis en la primera potencia económica del mundo: “seamos claros, la crisis desatada por la irresponsabilidad de los bancos costó al país 120 billones de dólares, la más profunda recesión desde 1930 y la pérdida de siete millones de empleos”.
La consecuencia de tal situación ha generado en el año 2009 al Estado norteamericano un déficit fiscal de 1,41 billones de dólares, que representa el 11 % del total de su Producto Bruto Interno.
En nuestro país se confirma cierta reanimación de la economía. Estimaciones oficiales y privadas dan cuenta que la producción industrial en el primer trimestre del año ha crecido un 10,2% respecto a igual periodo del año pasado. Las principales ramas en crecimiento son automotores, siderurgia, insumos textiles, insumos químicos y plásticos, minerales no metalíferos, metalmecánica, petróleo procesado y papel y celulosa. No sucedió así con cigarrillos y alimentos y bebidas que continuaron en recesión. A este desempeño positivo se suma la cosecha record de soja que hasta ahora mantiene buen precio internacional. Algunos estudios estiman que el complejo sojero incide sobre el 25 % del PBI de Argentina.
En Jujuy el tema recurrente en materia de actividad productiva vuelve a ser la situación del Ingenio La Esperanza. La última novedad es que se ha suspendido por 90 días el remate de 40.493 hectáreas por parte del Banco Nación, acreedor privilegiado y verificado en la quiebra, trámite de ejecución que esta registrado a fojas 264/268 del expediente de la quiebra desde hace varios años. El caso requiere con urgencia que desde el poder nacional y provincial se tomen las medidas necesarias para resolver y permitir el uso pleno del potencial de uno de los recursos naturales más importantes que tiene la provincia.
La recuperación económica señalada no significa que se hayan disminuido los registros de pobreza e indigencia. El crecimiento de algunas actividades productivas abarca el mantenimiento o en ciertos casos mejora del ingreso de los asalariados, en tanto la parte mayoritaria de la población continúa al margen de esta recuperación. La economía no crece y no se desarrolla en proporción al crecimiento vegetativo de la población. El ingreso de los asalariados que están por arriba de la línea de pobreza constituye tan sólo un 30% del total registrado a nivel de la seguridad social, es decir que trabajan “en blanco”.
En el tema de la relación Nación-Provincias han ocurrido algunos hechos que arrojan luz sobre el posicionamiento de los gobiernos provinciales.
En el caso del debate parlamentario de la coparticipación del llamado impuesto al cheque asistimos a escenas que ilustran respecto al problema federal. Se ha escuchado la opinión de funcionarios en contra de la modificación del actual régimen de coparticipación de este tributo, el argumento de que dicha modificación no sería favorable se debilita, toda vez que se trata de aumentar por esa vía los recursos que atienden el gasto corriente. Los fondos que llegan para obra pública deben mantenerse, pero transitan por fuera de las necesidades sociales del gasto corriente para salud, educación, seguridad social, servicios comunales, etc.
Relacionado con este tema se habla de la necesidad de avanzar en la sanción de una nueva Ley de Coparticipación Federal de Impuestos. El objetivo es muy difícil de concretar, al menos durante el año en curso, en tanto surge la alternativa de constituir un Fondo de Convergencia a través del cual la Nación transferiría fondos excedentes a las Provincias para que puedan estar en condiciones de hacer frente al déficit primario y financiero por el cual transitan, al momento no se conoce cuales serían esos fondos excedentes.
Fuente: ellibertario.com
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