Por: Rosana Rins
La Fundación Tiempo de Niños aplica en Neuquén el programa Conin, que asiste a 37 chicos y 24 madres de sectores carenciados. Trabajan pediatras, asistentes sociales, psicólogos, docentes, nutricionistas y psicopedagogos.
Las 15 de un jueves cálido. Las calles de tierra del barrio Hipódromo están desiertas. El ruido y el movimiento se concentran casi exclusivamente en una vivienda ubicada de la Calle 2, Manzana 13. La casa es chica pero el corazón grande, y la labor que se desarrolla allí mucho más aún. Se pelea a diario contra la desnutrición infantil.
Una frase hizo eco entre las paredes de un pequeño e improvisado consultorio pediátrico. “Lo que no se logra hasta los 5 años, no se recupera nunca más”, dijo Verónica Junge Paz, coordinadora del programa. Los primeros cinco años son vitales para la infancia. Una malnutrición provoca talla baja y bajo peso, es irremediable. Ese niño será un adulto bajo en peso, estatura y cargará en sus espaldas consecuencias no menores.
Ahí empezó todo. Así comenzó la labor del equipo interdisciplinario de la Fundación Tiempo de Niños que replica el programa Conin contra la desnutrición en chicos de sectores carenciados.
Pediatras, psicólogas, psicopedagogos, docentes, nutricionistas, fonoaudiólogas y asistentes sociales están allí para combatir un mal silencioso desde un abordaje multidisciplinario y sobre todo humano.
Dos veces por semana concurren 37 niños de 0 a 5 años y 24 madres. La tarea comienza mucho antes de que las mamás lleguen. Alberto está listo para hablar de higiene personal y cuidado del agua. Isabel enciende la hornalla y calienta agua para la merienda, su marido Telmo arma sobre una mesa las bolsas con alimentos saludables que luego repartirá. Laura, Valeria y María José con coloridos gorros esperan a los pequeños en el jardín de la casa de la vecina que prestó el espacio para los juegos al aire libre.
Afuera se prepara un cumpleaños. Bajo las paredes de una casa en construcción está la mesa con un mantel con unicornios. Arriba cuelgan globos de colores, sobre la gramilla seca están los elementos que las maestras utilizarán para la tarea de “estimulación sensorial y motora de los niños”.
Laura, la nutricionista llegará un poco después con la torta, “y una especial para Ezequiel que tiene intolerancia a la lactosa”.
Adentro, las mamás participan del taller con el pediatra. Días atrás aprendieron a elaborar comidas saludables y tentadoras con aquellos alimentos que pueden comprar. “La lenteja no va solo al guiso, puede convertirse en una hamburguesa. Vamos a cocinar unas galletitas dulces de polenta”, son las indicaciones de la tallerista. Esas galletitas llevarán el plus de la leche.
Dos nenas de la casa vecina colaboran con las docentes en el entretenimiento de los chicos. Tienen toda la tarde libre y también las ganas de sumarse a jugar un rato.
Miguela es una niña despierta pero poco comunicativa. Pepo está abocado a sacar con sus manitos un puñado de cereal de un tazón azul. Sofía dice no tener amigas allí, pero no pierde tiempo en sumarse al juego.
Adentro, las madres están terminado un taller de manualidades. Telmo ya tiene preparadas las bolsas de alimentos que las chicas se llevarán. Cada bolsón sale 25 pesos, tienen de todo. Por 5 pesos se llevan un kilo de ropa del ropero comunitario. “Es importante que las mamás sientan que no vienen por la caridad. El mensaje que queremos darles es: sos tan digna de comprar ropa y comida para vos y tu familia como aquellas mujeres que compran en comercios del centro”, aclara Verónica.
Es hora de regresar a casa.
–¿Y vuelven?
–Siempre. Tenemos cero deserción.
Objetivo logrado, hasta el próximo día en que se abra la puerta otra vez.
¿Qué es el programa Conin?
El programa fue fundado en Argentina por el médico Abel Pascual Albino, en Mendoza el 4 de septiembre de 1993. Se tomó como base el Conin de Chile, país con el índice más bajo de desnutrición de Latinoamérica.
En Argentina cuenta con más de 80 centros de prevención distribuidos en 18 provincias.
En Neuquén, lo replica la Fundación Tiempo de Niños en el barrio Hipódromo. Cuenta con 24 profesionales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la malnutrición como las carencias, los excesos y los desequilibrios de la ingesta calórica y de nutrientes de una persona. La desnutrición incluye un peso insuficiente respecto de la talla, una talla insuficiente para la edad y un peso insuficiente para la edad.
La malnutrición está relacionada con la falta de vitaminas o minerales importantes, el exceso de micronutrientes, el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles.
En este grupo de patologías relacionadas con la alimentación se incluye las enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares, a menudo asociados a la hipertensión arterial. También algunos cánceres y la diabetes.
La OMS asegura que la mala alimentación y la mala nutrición se cuentan entre los principales factores de riesgo de esas enfermedades a escala mundial.
La organización calculó que en 2016, en el mundo había 155 millones de niños menores de 5 años con retrasos del crecimiento, mientras que 41 millones tenían sobrepeso o eran obesos.
Un largo camino para
llegar al lugar propio
Una vez imaginaron un edificio propio en un terreno generoso para poder sumar más días de atención y más madres con sus niños. Una mañana de 2014 desde el municipio les llegaba la noticia de que les donarían un terreno. El predio resultaba ser el ideal, pero fue tomado. La fundación se quedó callada. Hace una semana llegó la buena nueva: otro terreno y muy cerca de donde están ahora.
Fuente: rionegro.com.ar
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