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lunes, 14 de febrero de 2011

Neuquén, Argentina: Ejemplo de solidaridad en una escuela albergue del interior


Un grupo de jóvenes de diferentes provincias, entre ellos un neuquino, logró crear una ludoteca en Cuyín Manzano, gracias a un programa de voluntariado.
El equipo forma parte de una empresa solidaria, auspiciada por la Embajada de Estados Unidos en Argentina.

 Misión cumplida. Eso es lo que pueden decir los seis jóvenes Embajadores de las Américas luego de haber concretado el pasado fin de semana el proyecto solidario en la Escuela Albergue Nº 11 de Cuyín Manzano.

Les llevó tiempo, esfuerzo, tenacidad y la colaboración de muchas personas y organismos públicos y privados. Pero finalmente el sacrificio realizado dio su merecido fruto, con la creación de una serie de iniciativas tendientes a promover el aprendizaje a través del juego en una escuela rural que alberga, contiene y educa a unos 33 niños de 4 a 16 años.

Sofia Cuadra, de Santa Fe; Juan Pablo Nora, de Mendoza; Shindy Pipke, de Misiones; Agustina Recari, de Provincia de Buenos Aires; Franco Mellone, de Capital Federal, y Matías Rodríguez de Neuquén, viajaron entre marzo y abril del año pasado a Estados Unidos, en una empresa auspiciada por la embajada del país del norte en la Argentina bajo el “Programa de Jóvenes Embajadores”.

El objetivo final es que aprendan técnicas de voluntariado social y manejen herramientas y recurso para promover proyectos comunitarios.

La idea era crear una ludoteca denominada “Jugar y aprender” destinada a los 33 alumnos. El proyecto finalmente se consumó como así también los seis rincones que apuntan a fortalecer las actividades físicas, literarias, de dramatización (disfraces y títeres), de literatura, de construcción (ladrillitos), de música, arte, y juegos de mesa.

Entre todos, es posible

Matías, el único representante neuquino, se encargó del rincón de las actividades deportivas y por ser local, de la logística para trasladar el material recaudado por los restantes “embajadores”. Antes de su partida hacia Junín de los Andes, llegaron a contabilizar 180 cajas prolijamente clasificadas por ellos y por su familia que debieron ser trasladadas en varios utilitarios.

En esa localidad cordillerana está la sede de la ONG “Compañeros de las Américas”, una red de voluntariado que ayudó a plasmar la idea de los chicos.

A una hora y media de viaje está el paraje Cuyín Manzano donde se encuentra la escuela y un caserío desperdigado.

“Si bien sabían que les íbamos a llevar algunas cosas, los chicos estaban emocionados y no podían creerlo. Es más nos preguntaron si al día siguiente nos tenían que devolver los juguetes: ¿Se van a llevar todas las cosas? nos preguntaron con esa inocencia”, recordó Matías.

Según evocó, la experiencia fue sumamente enriquecedora para él y sus compañeros. “Nos dimos cuenta de la ayuda que uno puede lograr si se lo propone. Capaz que se te complica –como fue nuestro caso- pero la gente colabora y en medio año obtuvimos lo que nos propusimos”, sostuvo el joven neuquino.

Comentó que si bien esta iniciativa formó parte del programa que debían realizar como “Embajadores de las Américas”, es una experiencia que tienen pensado realizar de manera similar en cada una de las ciudades de los participantes.

“Hicimos una especie de decreto que firmaron los chicos, en el que se comprometieron a cuidar las cosas, de manera que se sientan partícipes de lo que hicimos para dar vida al proyecto”, señaló Matías, al tiempo que aseguró que tanto los “embajadores” como su ex colegio, continuarán conectados con los alumnos y docentes de la escuela.

Matías agradeció a los docentes, familiares y políticos que posibilitaron el hospedaje de los chicos en esta ciudad, solventaron los pasajes y donaciones.

Fuente: lmneuquen.com.ar

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