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Por Augusto Assía
Son jóvenes, en su mayoría de EE.UU., que quieren conocer las zonas peligrosas.
Cancún y Playa del Carmen siguen imbatibles en el Caribe entre los que buscan sol y playa para descansar. Sin embargo la “guerra” entre y contra el “narco” que vive el país y que ha dejado más de 34.000 muertos en los últimos años, ha despertado el interés y el gusto por el llamado “turismo negro o turismo del morbo” . Jóvenes viajeros que gustan de la aventura y las emociones fuertes. “Todo comenzó de manera paulatina con los llamados ‘springbreak’ estadounidenses y europeos”, jóvenes que querían diversión sin límites y visitaban la frontera norte y las playas mexicanas. “Más tarde, las demandas de tours peligrosos comenzaron a proliferar en el país”, dijo Alejandro Desfassiaux, presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI), en una conferencia de prensa.
Y ahora hay extranjeros de 35 años de promedio y con alta capacidad económica que piden “recorridos inusuales a lugares donde hubo una masacre ” de los narcos. Gustan de ver charcos de sangre, paredes agujereadas por disparos y hasta piden con disimulo ver algún cuerpo mutilado, La singular oferta incluye también el viaje “Chiapas: Aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y del levantamiento Zapatista”.
Por 950 dólares más avión se ofrecen visitas a las comunidades indígenas más apartadas para ver cómo viven y cómo se rigen y entender “la inequidad histórica que han vivido estas comunidades”. En el mismo paquete se recorren áreas donde la agricultura ha sido devastada debido a la entrada en vigor del TLCAN, o poblaciones “donde los hombres han emigrado a los Estados Unidos” y dejan atrás “a las mujeres solas al cuidado y la educación de los niños” .
Otra singular modalidad es la del Parque Ecológico Alberto, en Hidalgo, centro del país, donde los turistas sufren la persecución de “policías fronterizos” que, al atrapar a los cansados viajeros, los insultan en inglés para que tengan una idea de lo que padecen los indocumentados.
También está en la frontera norte el viaje llamado “Frontera México-EEUU: problemas de salud, laborales, migratorios y ambientales” que incluye visitas a maquiladoras (fábricas ensambladoras) y reuniones con obreros y gerentes “para conocer desde dentro el funcionamiento de estas empresas”.
A cambio de 750 dólares , la oferta incluye una visita a “un refugio de migrantes para escuchar de primera mano sus historias, desde cómo fueron expulsados por la miseria de sus comunidades hasta cómo llegaron a un país extraño”.
En el corazón de la capital mexicana, el barrio de Tepito, epicentro del contrabando, del narcotráfico y la piratería en la capital, tiene un recorrido que incluye visita al santuario de la llamada Santa Muerte y entrevistas con familiares de jóvenes muertos o heridos a balazos, detalla el GMSI. El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de México, junto con el petróleo y las remesas que envían los emigrantes desde Estados Unidos.
Fuente: clarin.com
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