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La inseguridad avanza y la Argentina se convierte cada día en un lugar más difícil de salir a las calles en muchos lugares del país.
Los números que muestran el deterioro de la seguridad en la Argentina y los problemas que llevan a no ser optimistas al futuro.
Los hechos delictivos que cada vez con mayor violencia y frecuencia se cometen en nuestro país, abrieron el debate en la sociedad, que busca soluciones a un problema que se ha visto acrecentado por los hechos de inseguridad que se viven en forma cotidiana, pusieron como nunca antes un tema tan delicado como la inseguridad en el tapete de la discusión política.
Todas las encuestas que se han realizado respecto a esta problemática, marcan que casi un tercio de los argentinos ha sido pasible de un delito o por lo menos algún miembro del grupo familiar fue víctima de un delito en los últimos 12 meses, registrándose el valor más elevado de la historia reciente de nuestro país.
En la Argentina hay un montón de factores que contribuyen a que la inseguridad continúe en aumento en vez de disminuir, y el principal de ellos es la pobreza y la miseria que siguen descendiendo a niveles alarmantes, que es el principal caldo de cultivo para que las personas salgan a delinquir. Si a una persona, le cierran las puertas en todas sus posibilidades, es más pasible que esté inclinado a cometer acciones delictivas, que aquel que tiene todas las armas para un crecimiento ordenado.
Ante el creciente avance de la inseguridad en nuestro país, y luego de los hechos delictivos que vienen siendo portada de los principales medios de la Argentina , las políticas de seguridad encarnada por el gobierno nacional y los provinciales, ha vuelto a ser puesto en tela de juicio, reclamándose cambios urgentes que brinden una solución rápida a tan dramático problema que vive la sociedad.
El Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas de la Universidad Torcuato Di Tella, efectuó un trabajo en el mide el Índice de Victimización (IVI), que es cuantificar la cantidad de hogares que sufrieron al menos un delito en los últimos 12 meses, sean estos eventos denunciados o no a una autoridad competente. La medición de agosto indica que el 33,6% de los hogares encuestados fueron víctimas de algún delito, 0,7 puntos porcentuales por sobre el registro de agosto de 2009. Es decir, la tasa anual de variación del IVI fue del 2,1%. Respecto a la medición de julio de 2010, el IVI cayó 6 puntos porcentuales, lo que implica una baja del 15,2%.
El relevamiento de agosto de 2010 muestra que la victimización fue mayor a la media nacional en las regiones del NOA, NEA y en la ciudad de Buenos Aires. La medición del mes pasado muestra que en las ciudades grandes la victimización fue mayor a la media nacional en 0,7 puntos porcentuales. En ciudades medianas y pequeñas el IVI se posicionó por debajo de la media nacional (en 0,3 y 10,4 puntos porcentuales respectivamente).
Además de saber si un hogar sufrió un delito en los últimos 12 meses, la encuesta de victimización permite conocer cuál fue el (o los) delito sufrido por el hogar. De los hogares que sufrieron un delito, el 56,6% fue víctima de robo con violencia y el 17,8% lo fue de hurto de objetos personales. El 12,7% y el 3,6% de los hogares victimizados sufrieron robo de viviendas y de automotores, respectivamente.
Se consideran delitos contra la propiedad sin violencia al hurto de objetos personales, robo de vivienda, robo de auto o camioneta, robo de moto o bicicleta, robo de objetos de vehículos, vandalismo de vehículo o vivienda, sin contacto presencial entre la víctima. El relevamiento de agosto muestra que de cada 100 hogares, 14 sufrieron al menos un delito contra la propiedad sin violencia. Este valor se encuentra cuatro puntos por debajo de la medición de agosto de 2009 y no presenta variación respecto al registro de julio de 2010.
El 78% de los robos de vehículos son denunciados a una autoridad competente. Sólo uno de cuatro robos de objetos de un vehículo es reportado. Cuatro de cada diez robos de motos o bicicletas son denunciados. Uno de cada dos robos de vivienda es denunciado. Sólo se reporta uno de cada tres hurtos. El 47% de los robos con violencia son denunciados.
Un problema complejo el de la inseguridad, que requiere de soluciones concretas y rápidas, para poder acabar de esa manera con uno de los flagelos que socavan a la sociedad argentina. La inseguridad no es un tema que pueda resolverse en el corto plazo o mediano plazo, sino que llevará varios años, pero el gobierno sí puede llevar adelante políticas que sirvan para prevenir los delitos. Si se escuchan a todas voces especializadas en el tema y no sólo la de los amigos, la inseguridad que se vive en el país se puede llegar a contrarrestar con políticas públicas que tiendan a la disminución de los delitos en las calles.
Una cuestión complicada que divide las aguas en la sociedad argentina, y el gobierno no se ha mantenido al margen de este tema, por lo cual lo que se implemente de cara al futuro, tendrá injerencia en la seguridad y la vida de millones de argentinos, que esperan vivir en paz y sin problemas su vida en nuestro país.
Fuente: agenciacna.com
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