La Comisión Episcopal de Pastoral Social mantiene un encuentro en Mar del Plata. "Seguiremos trabajando para gestar espacios de diálogo y de generación de consensos para alcanzar políticas públicas", sostuvo Jorge Casaretto.
La Iglesia ratificó que seguirá gestando espacios de diálogo a fin de buscar consensos para erradicar la pobreza y promover del desarrollo integral, pese a las críticas y cuestionamientos que puedan llegar del Gobierno y otros sectores.
La idea fue confirmada por el jefe de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Casaretto, y otros obispos del organismo en el marco de la denominada Semana Social que se desarrolla en el hotel Intersur 13 de Julio, de esta ciudad balnearia, y del que participan empresarios y dirigentes políticos, sociales y sindicales.
"La pobreza hoy es una problemática integral y, por tanto, requiere de una solución integral. Por eso seguiremos trabajando para gestar espacios de diálogo y de generación de consensos para alcanzar políticas públicas, pese a que esta preocupación (de la Iglesia) sea muchas veces criticada o cuestionada", reiteró Casaretto.
La segunda jornada de deliberaciones comenzó con una disertación del ministro de Desarrollo Social bonaerense, Baldomero Álvarez de Olivera, quien detalló las políticas que lleva adelante el gobierno provincial, y valoró estos espacios para "pensar cómo hacer para erradicar este flagelo que nos duele tanto a los argentinos como es la pobreza en el país".
Casaretto le acercó la inquietud de trabajar más en la integración de las distintas áreas de respuesta a esta problemática, a lo que el funcionario estimó que hay que pensar en un sistema único de prestaciones sociales que contemple un abordaje "integral", porque, enfatizó, "de la exclusión solo no se sale".
En tanto, representantes sindicales coincidieron en que erradicar la pobreza es generar más puestos de trabajo y más educación, y criticaron la asignación universal por hijo sancionada por decreto de la presidente Cristina Kirchner.
Gerónimo Venegas (UATRE) advirtió que ese beneficio "genera trabajo en negro", al ejemplificar que una persona que tiene cinco hijos y cobra por ellos unos 900 pesos, "no quiere que lo blanqueen para no perder esa asignación".
Antonio Caló, de la Unión Obrera Metalúrgica, consideró que "el salario familiar será universal cuando todo el mundo tenga trabajo" y exigió "trabajo en blanco y registrado" al reivindicar que "todo trabajo es decente, hasta el del cartonero".
Luis Cejas (Viajantes) destacó que se haya recuperado "la mística" de las Semana Sociales, con una asistencia numerosa y diversa, y reiteró el compromiso de la dirigencia sindical en erradicar la pobreza al convocar a "poner fin a la descalificación para buscar el diálogo y aprender a escuchar al otro".
El obispo Eduardo Martín, miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, sintetizó los dichos del panel sindical asegurando que "no tener trabajo es la gran deuda y el peor atentado a la dignidad de la persona" y abogó por un empleo con "salario digno, aporte jubilatorio y a las obras sociales".
Tras alentar a "luchar para que el trabajo en blanco pueda lograrse", el obispo de Río Cuarto insistió en que educación, trabajo digno y políticas de Estado son las claves para "salir de la pobreza", pero estimó necesario "pasar de la potencialidad al acto" para lograrlo.
Por otro parte, Casaretto debió hacer un alto en las sesiones para escuchar los reclamos por mejoras salariales y laborales de trabajadores gastronómicos, que llegaron hasta el hotel sindical donde se llevan a cabo las jornadas sociales después de realizar una marcha numerosa y ruidosa por las calles de la ciudad.
Fuente: infobae.com
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