Son los menores que no van a la escuela. Se podrán anotar durante todo el año.
Los adolescentes menores de 18 que están fuera del sistema educativo podrán inscribirse en las escuelas secundarias públicas en cualquier momento del año.
Así lo resolvió ayer el Consejo Federal de Educación –que reúne a los ministros del área de todo el país–, a partir de una iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación.
Esta medida ya se podrá poner en marcha a partir de agosto, luego de las vacaciones de invierno. Los ministerios de Educación provinciales junto con el de Nación se comprometieron a acordar formas de asistencia técnica y financiera.
El objetivo de estas medidas –que cada provincia adoptará según sus propios criterios y necesidades– apunta a atraer a la escuela a los 500.000 chicos y adolescentes en edad escolar que están fuera del sistema educativo.
La resolución del CFE N° 103/10 establece que es “primordial” gestar las transformaciones institucionales y pedagógicas necesarias para que todos los adolescentes y jóvenes, desde sus más diversas situaciones de vida y trayectorias escolares previas, “reciban una educación secundaria de calidad”. El objetivo es sentar las bases para construir alternativas de inclusión y/o regularización de la trayectoria escolar que deberán “sostener altas expectativas respecto de los aprendizajes y ofrecer formas de escolarización adecuadas a contextos y necesidades específicas”.
Entre las iniciativas propias de la regularización de trayectorias ya implementadas en algunas jurisdicciones se encuentran las escuelas de reingreso (en la Ciudad de Buenos Aires), las aulas de aceleración y las instancias de promoción asistida.
La ley de Educación Nacional de 2006 establece la obligatoriedad de la secundaria. Y le asigna junto con la primaria una estructura académica de 12 años, con la opción de ubicar el 7° año en uno u otro nivel, a elección de cada jurisdicción. Por eso, en el futuro coexistirán dos modelos: una primaria de 7 y una secundaria de 5, o una división de 6 y 6.
La meta es superar progresivamente la fragmentación del sistema educativo argentino (hasta 2009 coexistían 54 modelos de organización diferentes en el país) y unificar la secundaria. Por eso, se acordó hacer equivalente en todas las provincias el 7° año, ya esté en la primaria o en la secundaria.
Fuente: clarin.com
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