(Rosario, Argentina) Madres creen que se busca extender el negocio del paco

El procedimiento de la Policía Federal y las Tropas de Operaciones Especiales que concluyó con el secuestro de unas 600 dosis de paco en el barrio Empalme Graneros dejó abiertos algunos interrogantes sobre la problemática del consumo de la sustancia en los barrios de la ciudad.

Una organización de madres trabaja en Rosario por la prevención y lucha contra la adicción de la droga (hecha con residuos de la pasta base de cocaína) desde el año 2005.
Aseguran que la sustancia está presente al menos desde ese año e interpretan que en el operativo de este miércoles no se desbarató una cocina para la producción de paco porque en el lugar se operaba con una modalidad distinta para extender el negocio en una primera fase.
Según la organización Madres en Lucha contra el Paco y por la Vida, no es tan extraño que donde se vende paco no haya una cocina, tal como interpretó la jueza Laura Cosidoy luego del procedimiento. La magistrada explicó que no es conveniente trasladar el paco porque es una droga barata que debe venderse en los lugares donde se produce para no perder los costos del transporte.
Sin embargo, las madres sostienen que también existe una modalidad para extender el negocio llevándole la droga a un vendedor que no la produce en principio, pero que después –cuando la sustancia comienza a ser demandada por su alto poder adictivo– el que inicialmente sólo vende debe poner una cocina para producir la sustancia y trabajar para un narcotráficante.

Madres en lucha

Las Madres en Lucha Rosario se formaron en 2005 en la escuela de Solís y las vías. Mabel Ríos, una de las integrantes de la agrupación, relató a Rosario3.com que en las primeras reuniones se conoció que existía una cocina de paco en la zona de La República y Cullen.
“Pedimos reunirnos en ese entonces con funcionarios municipales y provinciales pero negaron totalmente que pueda existir paco en Rosario”, contó Mabel.
Luego pidieron asesoramiento a la organización de Madres en Lucha contra el paco de Buenos Aires y comenzaron a dictar las primeras charlas en los barrios de Rosario. “En una de aquellas charlas vino una maestra con una pipa de vidrio diciendo «se la saqué a un alumno esta mañana»”, recordó Mabel.
Añadió que con el tiempo se fueron acercando varias madres de distintos barrios advirtiendo la presencia de la sustancia, hasta que en 2008 se conoció el desbaratamiento de una cocina en la ciudad que hizo suponer que se terminaría el problema.
”El último procedimiento nos llamó la atención porque no había una cocina de producción. Sin embargo, esto tiene que ver con una modalidad para extender el negocio. Primero trasladan el paco sin importar si hay pérdidas y después, cuando comienza la demanda, el vendedor se tiene que convertir en una cocina y trabajar para un narcotráfico”, analizó la mujer.
La organización Madres en Lucha Rosario puede contactarse a través del mail madresenlucharosario@live.com o en Facebook.
Fuente: infobae.com