Por Mauricio Ibarra (Diputado de la Nación)
La presente propuesta que pongo en consideración de todos los sanjuaninos, tiene como fin un desinteresado aporte para abordar la problemática estructural que presenta la Argentina.
Desde nuestro pensamiento, son estos temas, de cara al bicentenario en el periodo 2010-2016, que revisten una real importancia por lo que es necesario acordar Políticas Públicas que se proyecten más allá de los gobiernos de turno.
Las siguientes cuestiones las considero “problemas estructurales”, y son las que presenta nuestra sociedad Argentina y Sanjuanina. Ellos no se solucionan con medidas coyunturales o de emergencia, si no que van mas allá de un periodo de Gobierno. Son problemáticas que necesitan una cirugía mayor, necesitan madurez política para alcanzar consensos, son situaciones que desde hace mucho tiempo viene reclamando el pueblo argentino:
Las siguientes cuestiones las considero “problemas estructurales”, y son las que presenta nuestra sociedad Argentina y Sanjuanina. Ellos no se solucionan con medidas coyunturales o de emergencia, si no que van mas allá de un periodo de Gobierno. Son problemáticas que necesitan una cirugía mayor, necesitan madurez política para alcanzar consensos, son situaciones que desde hace mucho tiempo viene reclamando el pueblo argentino:
Pobreza estructural: Con este término quiero significar el empobrecimiento de aquellos estratos sociales que por problemas de educación, adicciones, falta de contención familiar, asistencialismo político crónico, entre otros. Esto, ha llevado a poner en grave riesgo la recuperación de generaciones de jóvenes y adultos, sin cultura de trabajo, estudio o capacitación.
Es cierto que el crecimiento económico posibilita la inclusión de estos sectores, pero no la garantiza. Si no es aprovechado adecuadamente, puede incrementar las desigualdades y la brecha entre los pobres y ricos. Con esto quiero remarcar que gran parte de los problemas de la pobreza no se solucionan con los planes sociales coyunturales, muchas veces lejos de remediarlo, lo profundizan alejando a las personas de la posibilidad de construir su propio futuro.
Lucha contra la corrupción estructural y transparencia: Sin lugar a dudas, esta es la gran asignatura pendiente de la Argentina del Bicentenario. Tomando en cuenta que el Índice de Percepción de la Corrupción medido en todo el mundo. La valoración de Argentina en este índice mundial es 2,9 entre 10 (percepción de ausencia de corrupción) y 0 (percepción de muy corrupto).
Nuestro país está colocado en el lugar 106 (siendo el puesto 1 el menos corrupto). Si tomamos Países limítrofes como por ejemplo Chile y Uruguay, los mismos se encuentran en el puesto 25 con un puntaje de 6,7; claramente son Países menos corrupto que la Argentina.
Retroceso de la Calidad Educativa: Destaco el avance en la infraestructura escolar, pero de igual manera existe una incontrastable realidad del retroceso en la calidad educativa.
Esta, considerada como la principal herramienta de movilidad social. Notamos, la falta de una Ley de Educación Provincial que fije el rumbo de una política educativa que nos permita saber donde estamos y hacia donde queremos ir. Debemos propender a una mayor y mejor capacitación de los docentes con políticas claras y genuinas.
Hoy, la asignación universal por hijo ha posibilitado un incremento en un 25% de la matricula escolar, pero a su vez esta no fue acompañada de las medidas necesarias para evitar la superoblación áulica, sobre-edad, falta de designación de docentes, personal de servicio, contribuyendo aún más al deterioro de la calidad educativa. Este es unos de los efectos que se producen cuando no se planifica la calidad educativa.
Construcción de Federalismo: Un federalismo real requiere provincias y municipios con competencias suficientes y recursos necesarios para decidir y gestionar autónomamente. Con gobiernos provinciales sobre dependientes de la nación y municipios sobre dependientes de las provincias, tanto financiera y políticamente se tiene menos y peor federalismo En las últimas décadas las provincias y municipios han sufrido una permanente delegación de competencias, sin ser seguida por una redistribución de los recursos.
Sin ese cambio estructural, los “gobernantes e intendentes peregrinos” que migran a las capitales pidiendo los fondos necesarios para ejercer sus obligaciones seguirán siendo la imagen decadente de un federalismo ilusorio y un desarrollo inconcluso. Es imperioso, transitar un camino de mayor racionalidad y equidad en el reparto de los recursos. Debemos comenzar a tener índices sólidos en la distribución, como es la población o las necesidades básicas insatisfechas. Pero también, es necesario premiar aquellas provincias o municipios que son más eficientes y eficaces en el uso de sus recursos.
Independencia de Poderes del Estado y fortalecimiento de las instituciones: Es de público conocimiento le falta de autonomía del Poder Legislativo, tanto Nacional como Provincial, y las presiones sufridas por el Poder Judicial. Para lograr una real independencia de cada uno de los poderes del Estado, es preciso establecer los mecanismos para una verdadera reforma política y electoral.
Ellos deben tender a garantizar la transparencia de los actos comiciales y el acceso a la magistratura de los ciudadanos más idóneos y capaces.
Inseguridad: No puede quedar fuera de la agenda del Bicentenario, esta escalada delictiva y de violencia que parece no tener fin, la misma está llegando a niveles impensados. La inseguridad es un problema complejo que va desde la calidad y eficiencia en la acción de nuestra policía y penitenciaría, hasta la concientización de la población.
Esta agenda la pongo a consideración de los Poderes del Estado - Ejecutivo, Legislativo y Judicial -, como así también al empresariado de San Juan, a las organizaciones de la sociedad civil, a los distintos cultos y a la ciudadanía en general. También será enviada a la Comisión Justicia y Paz que es la impulsora del dialogo para la construcción de Políticas Publicas en Argentina.
No creo posible la construcción de una Patria Grande sin acordar políticas de estado a largo plazo, provenientes de consensos y acuerdos entre todos los sectores de la sociedad. En la cual empezamos a resignar cada uno un poco de nuestros intereses para así soñar con un País inclusivo y sustentable, poniendo acento en los excluidos, sin dejar de lado nuestras costumbres y valores que nos identifican.
Creo que en este bicentenario de la Patria 2010, además de realizar merecidos actos de festejos, es un escenario propicio para plantear los problemas de fondo que tanto daño le hacen a nuestra patria y así poder realizar un quiebre positivo en nuestra historia como lo sucedido en 1810.
Fuente: parlamentario.com
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