El promedio de consumo diario de agua por habitante en Capital Federal y alrededores es diez veces mayor a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según una encuesta de la Universidad de Palermo (UP).
La investigación de la Facultad de Ingeniería de la UP se realizó en el marco del Proyecto "El agua como recurso y necesidad vital" y alcanzó a 1.126 personas de la Ciudad de Buenos Aires y partidos del conurbano."En Argentina, el consumo diario de agua por persona es superior a los 500 litros, cuando la OMS fija como razonable 50 litros por día. Los resultados ponen de manifiesto la falta de conciencia por parte de los ciudadanos", señala el informe.
Los temas abordados en el estudio fueron el cuidado de las instalaciones sanitarias hogareñas, los derroches y consumos cotidianos más comunes -en especial el empleo del agua en la higiene personal y doméstica- y el uso de los desagües como vertederos.
Las conclusiones del informe señalan que la cantidad de agua diaria mínima indispensable para la vida de un humano es de cinco litros; la OMS fija el consumo razonable en 50; en Europa gastan un promedio de 200 y en el área encuestada el consumo es de 500, siempre por habitante por día, con picos de 613 litros.
Las preguntas a los encuestados se refirieron a pérdidas en las canillas; derroches durante el baño, la higiene bucal y la limpieza de ropas; el lavado de vehículos, vajillas, frutas y verduras, el regado de plantas y jardines y por último el uso de desagües como vertederos.
El texto puntualiza que "los resultados de la encuesta ponen de manifiesto la falta de conciencia por parte de los ciudadanos de la región metropolitana a la hora de usar el agua en sus casas".
Entre los datos salientes figuran que el 79,07% de los encuestados respondió no tener canillas o grifos que pierdan en su hogar; el 92,34% toma duchas y sólo el 6% baños de inmersión, en tanto el 49% deja el grifo abierto mientras se baña y el 51% restante lo abre y cierra según su necesidad.
Tras señalar que el 49,87% nunca cierra el grifo durante la limpieza bucal, precisa que "una canilla abierta durante el lavado de dientes desperdicia aproximadamente 30 litros de agua".
El 89% tiene lavarropas, y de ellos el 54,34% selecciona el programa corto de acuerdo a la suciedad de la ropa o por tipo de tela o prenda, mientras el 41,68% utiliza el programa largo, que gastan 60 y 100 litros por ciclo, respectivamente.
De quienes poseen coches (59,45%), el 31,26% reconoció que lo lava en casa y deja abierta la canilla todo el tiempo que dura el proceso, lo que en un auto mediano equivale a unos 360 litros de agua.
Mientras que de aquellos que limpian la vereda, el 42,95% dijo que deja abierta la manguera todo el tiempo, con lo que gasta unos 1.140 litros de agua por hora.
El 59% de los que respondieron sobre el lavado de vajilla deja abierto el grifo sin interrupciones, en un proceso que se calcula que desperdicia 100 litros de agua.
El 50,75% de los que lavan verdura o fruta deja correr el agua mientras lo hace, en tanto el 50,56% de los que tienen plantas riegan de día, pese a que el horario oficialmente recomendado para el proceso, así como el lavado de autos o veredas y llenado de piletas es después de las 22.
"El análisis de los resultados obtenidos demostró que los porcentajes arriba mencionados no presentan diferencias al estudiar a la población encuestada en sus distintos segmentos (sexo, edad, nivel educativo alcanzado)", agrega el informe.
Luego advierte, que "en los últimos tiempos se ha dado gran difusión a los problemas vinculados con la escasez de agua y las consecuencias de su derroche, pero evidentemente, aún cuesta vincular el conocimiento adquirido con los hábitos cotidianos".
El documento precisa que "se hace necesario un cambio en las tendencias actuales de consumo, acorde a la denominada `nueva cultura del agua`, basada en el ahorro del líquido, la optimización de su gestión, el respeto y sensibilización hacia este recurso, su reparto equitativo y la valoración como activo ecológico y social"
"Esta nueva conciencia, aplicada a la vida diaria de los ciudadanos comunes favorecerá el uso sustentable del agua disponible en el planeta, de modo que algún día, todos sus habitantes vean satisfecha su necesidad de este vital elemento, sin riesgos para su futura disponibilidad", agrega el informe.
El 58,80% residía en la Ciudad de Buenos Aires y el resto en localidades del conurbano; el 51,50% es del sexo femenino y sus edades varían entre 18 y 85 años, con una media de 34,58 años.
El 45% alcanza un nivel educativo máximo de secundario completo y el 43% tiene estudios terciarios o universitarios completos, en tanto el 6% no tiene agua corriente, el 45% tiene medidor de agua y el 14% tiene pozo negro.
Fuente: docsalud.com
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