Hoy es un día especial para los que hacemos Bravo.continental. Vamos a celebrar los 300 programas en esta radio. Eso solo ya despierta alegría. Vamos a vernos las caras con un centenar de oyentes de los miles que nos eligen todos los días y nos permiten ser el segundo programa mas escuchado del horario. Esos no son solamente números que nos enorgullecen. Eso habla de lealtades construidas durante años y de confianza mutua.
Pero lo más apasionante tiene que ver con la forma que encontramos para este festejo.No solamente lo vamos a compartir con los destinatarios de nuestros esfuerzos. Vamos a homenajear la vida compartida con una película como Esperando la Carroza que es uno de los mejores productos culturales que dio este país. Es una historia que habla mucho de nuestra identidad como argentinos. Esa película la vamos a disfrutar en un cine recuperado para el barrio. Otra batalla ganada por los ciudadanos.
Pero como si esto fuera poco, esa celebración compartida en la identidad cultural la vamos a completar con un hecho solidario. La generosidad de quienes nos aguantan cotidianamente va a ir a parar a la maravillosa y heroica tarea que hace años viene desarrollando Margarita Barrientos en el comedor Los Piletones del Bajo Flores. Margarita es un símbolo de la Argentina que florece. Su nombre indica que es la flor más bella del barrio. Ella tiene mucho que ver con la historia de este programa. Estuvo muy cerca nuestro y estuvimos muy cerca de ella. Hoy todavía trabajan de sol a sol al lado de Margarita voluntarios y colaboradores que surgieron del semillero de oyentes de este programa.
Muchas veces contamos su historia de sacrificio. De generosidad. Margarita Barrientos a esta altura es un ejemplo del tipo de líderes sociales que necesitamos. Humilde, alegre, de esas que no bajan los brazos nunca y siempre están pensando en hacer el bien sin mirar a quien. Tiene 10 hijos a los que les enseña a valorar la vida y a pelear para progresar. Un esposo como Isidro al que le falta un brazo pero le sobra un corazón.
¿Se acuerda como fue el tema, no? Isidro estaba trabajando con un tractor y en un accidente se le cayó encima y eso le hizo perder un brazo. Pero está apuntalando a Margarita desde siempre. Anda con la camioneta de acá para allá trayendo donaciones, buscando materiales de construcción. Porque si algo extraordinario pasa en el comedor los Piletones de Margarita es que siempre se está construyendo, en todos los sentidos de la palabra. Siempre hay ladrillos para levantar una salita para los chicos del jardín, o un consultorio medico, o un lugarcito para los jubilados.
Siempre se está edificando. Cuando la Argentina se caía a pedazos en el 2.001 y se todo se destruía yo fui a Los Piletones y ellos estaban construyendo. Además en ese lugar se construye esperanza. Horizontes. Se ofrece afecto, abrazos, educación, contención y dos platos de comida caliente. Entre tantas pálidas y malas noticias, entre tanta cara de preocupación y nervios bien vale la pena ver la Argentina que amanece todos los días buscando un mejor amanecer para todos. Como Margarita.
No hay mejor manera de festejar nuestros 300 programas. En un cine recuperado para el barrio y con una expresión de la cultura nacional y al lado de Margarita. Ella es de las imprescindibles. De las que trabajan todos los días ayudando a los que mas necesitan. La madre Teresa del bajo flores. La flor más bella. La flor solidaria. (ALFREDOLEUCO.COM)
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