Infractores realizan test de alcoholemia

En General Cabrera, Còrdoba, el Juzgado de Faltas condenó a 68 vecinos sancionados por violar el Código de Tránsito al realizar los controles en la Ruta 158 junto a los padres y la Policía. 02 de Febrero de 2010 Por decisión de la Junta de Participación Ciudadana, aquellos automovilistas que cometen distintas infracciones de tránsito dentro del ejido urbano de General Cabrera, deberán cumplir como sanción si no quieren abonar las multas respectivas, la tarea de efectuar controles de alcoholemia los fines de semana junto a los padres autoconvocados y la Policía de Córdoba. La nueva modalidad que se viene instrumentando desde setiembre del año pasado, ha generado una reducción en la cantidad de infracciones que se producían habitualmente sobre la Ruta Nacional 158 a la salida de los boliches, en las madrugadas de sábados, domingos y lunes. Según informó en su edición de ayer el diario Puntal de Río Cuarto, hasta el momento, fueron 68 los infractores que se vieron obligados por el Juzgado de Faltas y la Justicia ordinaria a realizar el trabajo comunitario, bajo la coordinación del equipo de padres autoconvocados. Según Graciela Rivera, una de las integrantes de la Junta de Participación Ciudadana, “acciones comunitarias como los controles de alcoholemia constituyen tareas de aprendizaje importante para quienes han tenido algún problema con el alcohol o no cumplieron las reglas de tránsito”. La participación, en promedio, de 15 infractores en los operativos que se llevan a cabo los fines de semana, ha permitido tomase un descanso a los padres autoconvocados que venían trabajando desde hace años en esta tarea preventiva. Aunque las personas que cometen violaciones al Código de Tránsito pueden optar por pagar las multas o realizar este trabajo de voluntariado durante tres fines de semana consecutivos, la mayoría termina aceptando esta segunda opción. En estos cuatro meses se han dado casos de menores de edad infractores que concurrieron a los puestos de control de alcoholemia acompañados de sus padres e, incluso, varios de los que cumplieron las penas siguieron asistiendo periódicamente, como solidaridad con la tarea que llevan a cabo los padres autoconvocados y la Policía Caminera en la Ruta 158. A partir del éxito obtenido en esta experiencia, es posible que la Policía Caminera sugiera aplicar medidas similares en otros lugares de la provincia. (Fuente: La Mañana de Còrdoba)