Debate.Gastón H. Schulmeister
El 26 de junio, la Oficina de las Naciones Unidas contra el Delito (UNODC) publicó su informe Mundial sobre Drogas. Según dicho trabajo, a nivel global 246 millones de personas consumieron una droga ilícita durante el año 2013, mientras 27 millones son los consumidores que tienen problemas graves con la adicción, y solamente 1 de cada 6 tienen acceso a un tratamiento.
Un dato aún más escalofriante es que se estima en 187.100 el número de personas que murieron a causa de la droga en el último año medido.
Para el caso particular de la cocaína, luego de afirmarse que América del Sur sigue siendo el eje de salida principal para dicha droga al resto del mundo, la Argentina y Brasil son identificados como los países de tránsito más mencionados entre las grandes incautaciones, sugiriendo que la actividad del narcotráfico en nuestro Cono Sur ha tendido a consolidarse en los últimos años. En cuanto a las tendencias en los consumos de drogas, a pesar de las variaciones nacionales y regionales, es oportuno resaltar que los datos disponibles del Informe indican que el consumo de opiáceos se ha mantenido estable a nivel mundial. Sin embargo, el consumo de cocaína habría disminuido en su conjunto, mientras que el consumo de cannabis y el uso no médico de opioides farmacéuticos ha seguido aumentando. Por su parte, ante el creciente debate público sobre las ventajas y desventajas de la legalización del cannabis (marihuana), y en el contexto de su legalización efectiva en algunos Estados de los EE.UU., el Informe también parece fijar posición. En un párrafo pequeño pero conciso, plantea que “cada vez hay más pruebas de que es el momento de cambiar la percepción generalizada del cannabis como una droga ilícita sin consecuencias graves de salud.” En tal sentido, se advierte que “el mercado actual de cannabis es mucho más complejo y sofisticado que en el pasado, y hay una variedad mucho más amplia de productos de cannabis que nunca antes, algunos de los cuales parecen ser más nocivos que sus predecesores.”
En tal línea, insistiendo en que “cada vez hay más evidencia de vínculos entre el consumo de cannabis y algunas formas de enfermedad mental”, el Informe pronostica que los nuevos desarrollos de drogas pueden conducir a una “mayor morbilidad”. Un tema importante no sólo para su monitoreo, sino también para su consideración técnica y médica, de cara a los debates en la materia en la arena internacional.
En síntesis, teniendo presente que para abril de 2016 está convocada una sesión especial de la Asamblea General de la ONU para tratar especialmente el problema mundial de la Droga, es oportuno advertir que será responsabilidad del próximo gobierno en nuestro país tomar posición al respecto y este Informe debiera ser una fuente ineludible de consulta.
Gastón H. Schulmeister
Profesor e investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la UADE
Fuente: clarin.com
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