Por Jorge Oviedo
Tras ocho años de fuerte crecimiento y aumento del gasto público el Gobierno sostiene que todos los indicadores sociales han mejorado muchísimo. Y a quienes hacen estadísticas menos optimistas y dicen que hay alta inflación que perjudica a los pobres, los multa .
La ecuación es sencilla. Si la inflación es mucho mayor que la que mide el Indec, los pobres son muchos más que los que dicen las estadísticas oficiales.
Pero hay algunas formas de mirar la realidad que arrojan resultados paradójicos en un período de tan alto crecimiento. Las imágenes de Google Earth, por ejemplo. Si la pobreza cayó tanto como dice el Indec y la economía es mucho más igualitaria, como dice la presidenta Cristina Kirchner ¿Por qué crecieron tanto en el mismo período importantes villas de emergencia? Las fotografías muestran expansiones alarmantes.
El problema es que aunque se crea en las cifras del Indec los datos de pobreza y precariedad laboral son todavía altísimos.
Según el último informe sobre Empleo y Desarrollo Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) el 44% de los ocupados tienen trabajos precarios. Se trata de cuentapropistas no profesionales, empleadas de servicio doméstico, trabajadores en negro y beneficiarios de planes sociales que no tienen otro ingreso. Son 4,6 millones de personas que declaran ingresos promedio de $1200 mensuales, lo que para la UCA es menos de un tercio de la remuneración bruta (no de bolsillo) promedio de los ocupados formales.
Para el Indec los pobres son sólo 2.890.963. Calcula el informe de la UCA que encuentra que si se utilizan los índices de inflación de las consultoras privas el número trepa a casi el doble: 5.620.635. La diferencia surge por razones obvias. Para calcular si una familia es pobre o no hay que saber si sus ingresos alcanzan a cubrir la denominada Canasta Básica Total (CBT), un conjunto mínimo de alimentos y servicios. Como según el organismo oficial de mediciones la inflación casi no existe, cada vez son más las familias que consiguen cubrir o superar el costo de esa canasta. Pero las consultoras privadas dicen que los precios aumentan por lo menos el doble, sobre todo los alimentos. Y los ocupados informales no tienen paritarias ni representación sindical, ni esperanza de participación en las ganancias empresarias y padecen la pérdida de nivel de vida.
Lo sorprendente es que incluso las cuestionadas cifras del Indec dan valores bastante altos para la pobreza, que supera todavía el 11% y afecta incluso a casi uno de cada diez personas que tienen una ocupación.
Pero para los privados la situación es todavía peor. Con sus cálculos de inflación el informe de la UCA valúa en 22,6% la pobreza total y registra que está en esa situación una de cada cinco personas que tienen una ocupación.
¿Cuál es la razón de la persistencia de tan alta pobreza en cualquiera de los dos casos? Las enormes diferencias entre los ocupados del sector formal y los del informal. Los primeros están mucho más lejos, en promedio, de la línea de pobreza, salvo una porción que parece la menos preparada y favorecida. Por el contrario, en el sector precario las vulnerabilidades son más que evidentes.
Con todo, la "foto" que obtienen los especialistas de la UCA al mirar con los lentes de las estadísticas privadas se parece bastante más a lo que muestran las imágenes de Gooble Earth que el panorama que dibuja el Indec. ¿Multará ahora el Gobierno también a Google Earth?
Fuente: lanacion.com.ar
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