Un grave estado de desnutrición causó la muerte de seis niños de la comunidad indígena de warao, en Cambalache, en el Estado venezolano de Bolívar. Las muertes ocurrieron en los últimos diez días y otros 16 niños fueron diagnosticados con el mismo cuadro.
La comunidad está indignada por la falta de atención. Los dos primeros niños fallecidos fueron enterrados debajo de un árbol, ya que la municipalidad de Caroní no respondió a los pedidos de ayuda para comprar los cajones.
El director del Distrito Sanitario número 2 de Bolívar, Manuel Maurera, afirma que una gripe causó las muertes. Sin embargo, la comunidad denuncia que los niños murieron de desnutrición, pues las 86 familias warao, olvidadas por el poder público, viven de la recolección de basura en el relleno sanitario de Cambalache, sin acceso al agua potable y a una alimentación adecuada.
De acuerdo con la médica Lucía Delgado, del ambulatorio tipo I, en Cambalache, la principal causa del problema sería, de hecho, el contacto con la basura. "Toda la población de Cambalache está en riesgo por el hecho de vivir entre la basura. La base alimentaria casi inexistente también influyó en la muerte de los niños, además de que no se tienen medidas de higiene y viven en hacinamiento”, dijo.
"Yo vivo hace 11 años aquí y junto a los niños trabajamos recogiendo basura, porque no hay más nada que hacer. Vivimos en medio de la ciudad y no nos ayudan, más bien nos engañan cuando quieren votos”, se desahogó el cacique, Antonio Valenzuela.
Los indígenas no tienen acceso a la salud y, actualmente, 20 adultos padecen malaria. El sacerdote Guillermo Van Zeland relata que no hay medicina preventiva para la comunidad ni transporte hasta el lugar. "Hace tiempo que dejaron de hacer operativos de salud semanales, cuando los indígenas van al ambulatorio les llenan las manos de órdenes médicas y muchos no saben leer ni escribir”, afirmó.
Aunque supieran leer las recetas, los warao no disponen de ingresos suficientes para comprar los remedios. "Necesitamos trabajo, cuando los niños se enferman los médicos mandan remedios que no podemos comprar porque no hay dinero, por eso mueren los hijos”, resaltó Valenzuela.
Aunque las autoridades médicas afirmen que estuvieron en la comunidad durante la semana pasada aplicando vacunas, tanto el sacerdote Guillermo como los indígenas niegan vehementemente que hayan recibido apoyo.
El líder de los waraos en Cambalache, Pedro La Rosa, dijo que la información es una "mentira” y la comunidad no tiene asistencia médica desde hace bastante tiempo. Para él, los warao son tratados como "animales”.
Además de todo esto, la comunidad denuncia que, después de la muerte de los niños, vienen sufriendo amenazas de funcionarios del estado para que no denuncien los hechos a los medios de comunicación.
Fuente: adital.com.br
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