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En varias oportunidades hemos comentado en Veoverde la difícil situación por la que pasan las comunidades indígenas de la amazonía.
Un grupo de ellos está compuesto por aborígenes “no contactados”, que jamás han tenido contacto con la civilización occidental, y que han visto cómo enormes máquinas han aparecido de un momento a otro en sus tierras ancestrales destruyendo los árboles de la selva que habitan.
En la frontera entre Perú y Brasil, en la reserva Isconahua, donde viven los indígenas de la tribu del mismo nombre, los problemas han venido acrecentándose en el último tiempo. Pese a que en reiteradas oportunidades los habitantes del sector han recurrido a las autoridades, éstas no han tomado medida alguna, y finalmente las tribus autóctonas decidieron tomar la justicia por sus manos e instalar puesto de guardia en las fronteras de su territorio.
Los principales enemigos de estos hombres son los empresarios de la madera, que se adentran en los bosques sin las autorizaciones correspondientes y destruyen la selva, dejándola inhabitable y defendiéndose a punta de escopeta de los indígenas.
La tala ilegal se ha considerado como un problema desenfrenado, que está obligando a las comunidades “no contactadas” a huir hacia zonas y territorios que no conocen, y que no ofrecen las mismas alternativas de supervivencia que sus tierras históricas.
Las organizaciones indígenas declararon a la ONG Survival lo siguiente: “El que organizaciones indígenas locales tengan que proteger las reservas de los indígenas aislados supone una devastadora crítica a la falta de acción gubernamental. Parece que quedarse de brazos cruzados ignorando el problema es la táctica preferida del Gobierno”.
En este link puedes enviarle una carta al presidente del Perú, Alan García, pidiéndole que detenga la tala: http://www.indigenasaislados.org/actua-ahora
Fuente: veoverde.com
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