Los desafíos para América latina

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América latina en su conjunto ha podido alcanzar durante la primera década del presente siglo la inédita...
 conjunción de crecimiento económico, continuidad democrática y mejoras en los indicadores sociales. Esto fue posible tanto por el aprendizaje de las crisis y fluctuaciones precedentes, como por el marco internacional favorable por la demanda global de alimentos y recursos naturales y las políticas económicas responsables, que permitieron sortear o amortiguar las nuevas crisis y generar confianza en los mercados y apoyo en las sociedades.


También ha sido el resultado del ejercicio intensivo de la democracia, sobre todo allí donde ésta se vio enriquecida por la renovación de las dirigencias, la alternancia en el poder y la posibilidad de evaluar y controlar la capacidad de gestión.

Estos factores explican el positivo balance realizado por la CEPAL, que destaca un crecimiento del 6% el año pasado y proyecta un aumento del 4,8% del PBI per cápita para este año. La consolidación del repunte, según el informe de este organismo, repercutió además favorablemente sobre el empleo regional, con una disminución de la tasa de desocupación de alrededor de 7,6%, desde el 8,2% anotado en 2009, una mejora en la calidad de los puestos de trabajo generados y un descenso en los índices de pobreza del 44 al 35%.

Si bien el crecimiento de la región es heterogéneo, las cifras del 2010 permiten evaluar este ciclo auspicioso como plataforma para atender los aspectos más vulnerables y asignaturas pendientes; entre ellas, principalmente, los bajos niveles de inversión y ahorro, y la persistencia de estructuras, instituciones y prácticas que mantienen o reproducen desigualdades mientras dejan desguarnecidos a ciudadanos y grupos sociales frente a avances autoritarios u otros fenómenos corrosivos y lacerantes, como el aumento de la criminalidad y el narcotráfico.

Está planteado, por lo tanto, si los países de la región sabrán aprovechar las oportunidades externas e internas para consolidar el crecimiento y mejorar la situación social.

Si bien el crecimiento de la región ha sido heterogéneo, las cifras del 2010 permiten evaluar el ciclo auspicioso como plataforma para atender las asignaturas pendientes.

Fuente: clarin.com