Marina Farias
La integración escolar de un niño con discapacidad permite participar...
de una experiencia de aprendizaje, junto a otros niños que tienen otras posibilidades en el ámbito de una escuela común.
Es abrir el aula , la escuela , el alma y voluntades a lo diferente.
Si entendemos al aprendizaje como una construcción social, entenderemos que cada niño desde su condición y lugar , se enriquece en el intercambio con el par. Así las diferencias en vez de ser un obstáculo, son un factor fundamental para fortalecer aprendizajes y vínculos. Además con el contacto con las diferencias de cada persona construimos su identidad, se constituye como sujeto y aprende a ver a la otra persona como alguien distinto a él y no, como mejor o peor que él, simplemente distinto. En este mismo contexto el niño con discapacidad aprende a reconocer lo que puede y lo que no, aprende de las diferencias.
Estamos brindando al niño con discapacidad la posibilidad de: construir su aprendizaje en un espacio social que es próximo a su realidad, a la cual pertenece, como su barrio, vecinos, familiares. Este intercambio de posibilidades con otros sujetos le permite un mejor desarrollo de las propias , y aprende que a pesar de sus dificultades es aceptado en un espacio común en donde podrá afirmarse con sus limitaciones y posibilidades.
Y a los que transitamos normalmente por la escuela común nos da la oportunidad de aprender a comprender, aceptar , conocer, compartir y vivir con las diferencias.
Estos aprendizajes son la esencia de vivir en una sociedad democrática y progresista.
Como madre de un niño que necesita de integración escolar, quiero que sepan lo importante que es que de verdad exista un compromiso legal y moral para que mi hijo reciba una educación, integración, sociabilización, desarrollo y bienestar, para que pueda ser útil en esta sociedad, y que no sigan existiendo trabas, frases armadas y muy bonitas, en donde supuestamente están todos a favor de las integraciones, solo de la boca para afuera ,y a la hora de aplicarla, los directivos de escuelas , jardines, empresas, padres y el mismo gobierno inventan excusas, que por cierto creen son muy buenas, y no lo son , para excluírnos y discriminarnos de los programas.
Estoy cansada de ver y escuchar a pares y amigos que navegamos, corremos y luchamos contra la corriente. Gracias a Dios tengo la fuerza , la educación y las ganas de ganarle la batalla a todo aquel que se interponga en el camino de mi hijo y mío , a quien dentro de todas mis posibilidades , voy a brindarle lo necesario para garantizarle una mejor calidad de vida.
Basta de hipocrecías, Uds., adultos, gobernantes, directivos de escuelas, empresarios, etc; que dicen entendernos, que van a entender?, los únicos que nos pueden entender en este dolor son las personas que padecen lo mismo que nosotros, que tienen a su hijo sin escolaridad porque no lo aceptan por ser discapacitado motor, cognitivo, sensorial, etc., o aquellos que si están escolarizados pero todos los días, lo llaman para decirle algo, ponerte una traba y que uno, por voluntad propia lo saque del establecimiento y ellos no tengan problemas, o aquellos que su hijo no puede caminar y le dicen que lo sienten pero las aulas están en un primer piso, o que las sillas no pasan por las puertas o que los baños no están adaptados y peor aún cuando lo aceptan y si el niño tiene una patología en la que es inquieto lo sacan del aula y se la pasa deambulando por el colegio sin rumbo, ¿Por qué? Porque molesta, te dicen los ignorantes y si es lo contrario, queda sentadito en un rincón del aula, como si fuera un potus (una planta), nadie lo registra, mucho menos van a intentar que socialice con sus pares. Y si uno tiene la posibilidad de pagar un acompañante de asistencia o pedagógico (Maestra / o que esta con el niño durante las horas que el esta en la institución para asistirlo, organizarlo y ayudarlo en las pautas de aprendizaje y sociabilización) también les molesta, porque se creen que unos los esta espiando, será que hacen las cosas mal y tienen cola de paja. Dicen que con solo, una maestra integradora que concurre semanalmente solo seis horas al establecimiento, tendría que bastar, como creen, que cuando la semana tiene como mínimo 20 hs de escolaridad, un niño con problemas de aprendizaje, sensoriales, motores, del habla, etc. pueda comprender, entender, trasladarse por y en la escuela; o que ¿solo va al sanitario cuando esta la integradora? ¿Quién le repite la consigna? ¿Quién lo acompaña al patio si por sus propios medios no puede? AHHHHHH seguro como tantas veces sucede se queda solo en el aula.
Por esto y por mucho mas digo y pido que se termine la hipocrecía y que de verdad se haga algo.
Por mi hijo y por los tantos otros niños y personas con algún tipo de discapacidad que solo están en las manos de Dios, porque quienes ejecutan y legislan este país están mirando para otro lado, el lado que les conviene a ellos.
Fuente: lanacion.com.ar
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