► Imprimir
Un grupo de misioneros coreanos integrantes de una asociación cristiana entregó...
unos 3.000 kilos de víveres a familias de la parcialidad Maká que viven en Ciudad del Este e Itakyry. Se enteraron de la dificultad por la que están pasando las comunidades indígenas de la zona.
El donativo realizado por los misioneros coreanos fue recibido con mucha alegría por los nativos, que a diario sufren penurias en las calles de la capital del Alto Paraná.
Solamente en Ciudad del Este hay más de 30 familias de indígenas Maká. Los nativos acudieron ayer a la Gobernación del Alto Paraná porque se enteraron que una organización les ayudaría. Mientras esperaban en el patio de la institución, el gobernador Nelson Aguinagalde (ANR) se reunió a puertas cerradas con los representantes coreanos de la Asociación de Naciones de América para Cristo (ANAC).
Intentamos participar de la reunión, pero no nos permitieron la entrada. Incluso, en el momento que había culminado, funcionarias del gabinete argumentaron que todavía estaban ocupados.
Las familias Maká recibieron unos 3.000 kilos de víveres, que incluían yerba, harina, fideo y arroz.
De esta donación, también participaron otras asociaciones, como la Asociación de Pastores Evangélicos del Alto Paraná, la Asociación de Uniformados Evangélicos del Paraguay (Acucep) y la organización Arriba Paraguay.
“Nosotros queremos ayudar a las comunidades indígenas del Paraguay. Supimos que están pasando necesidades y tienen hambre, por eso trabajamos con otros grupos cristianos. Ahora queremos llevar alimentos también a la zona de Itakyry”, dijo Diego Yang, representante de Arriba Paraguay y de la ANAC.
El gobernador del Alto Paraná se limitó a sacarse fotografías con los coreanos, sujetando los víveres, como si la donación fuera conjunta.
Los víveres alcanzan supuestamente para que unas 300 familias puedan alimentarse durante una semana. Pero luego, cuando las provisiones se acaben, los aborígenes, que en Ciudad del Este se dedican mayormente a la confección y venta de artesanías, se quedarán a la deriva y volverán a vagar por las calles de la ciudad. Actualmente ya no tienen un lugar fijo para subsistir con la venta de sus pulseras, canastas, carteras, collares, aretes y otros artículos, que ofrecen a los turistas.
Fuente: abc.com.py
No hay comentarios:
Publicar un comentario