Empresas que apoyan la educación

► Imprimir

Dos conocidas compañías llevan adelante sendas campañas para cubrir necesidades vigentes en las escuelas.


Dos necesidades de la infancia que demandan respuestas positivas han movido a la realización de campañas por parte de empresas arraigadas en nuestro medio.

En un caso, la propuesta es combatir el sedentarismo de muchos chicos que permanecen pasivos durante un excesivo número de horas diariamente, atraídos sobre todo por la TV y la computadora, sin practicar juegos que los movilicen y ayuden a un buen desarrollo físico y social. En el segundo caso, el propósito es contribuir, aun en situaciones hogareñas difíciles, a que la niñez se alimente de modo adecuado.

La primera de las campañas aludidas es una iniciativa de Coca-Cola de Argentina, que se presenta con un lema incentivador: "Dale, juguemos". En ese programa, el centro de referencia es el recreo escolar, que da ocasión para introducir juegos acompañados del material que requieren para estimular la actividad.

Como es previsible, el interés lúdico despertado se traslada luego a otros ámbitos que los niños frecuentan. La planificación ha considerado, también, la capacitación docente para conducir los juegos y no se ha omitido tampoco la información de una dieta apropiada para los alumnos de la escolaridad primaria.

Mediante una guía para la familia, se hacen conocer a los padres los propósitos buscados. Este programa, que el año pasado recibió la certificación de calidad ISO- 0001, llegó ya en 2008 hasta los 276.000 alumnos y ese número sigue creciendo.

El otro programa es llevado adelante por la empresa Knorr, y posee un carácter básicamente alimentario, como lo indica su lema "Aprender, comer, crecer".

En su diseño y preparación se ha buscado una articulación con la Red Argentina de Bancos de Alimentos y la Asociación de Dietistas y Nutricionistas. En este caso, el objetivo central es promover la práctica de una alimentación saludable, explicado a través de un manual de multiplicadores de la guía alimentaria, en el cual se exponen soluciones nutricionales accesibles -a veces, poco empleadas por desconocimiento- a familias de recursos limitados, tomando en cuenta el papel prioritario de las madres en la preparación de los alimentos y la función social integradora que tiene la hora de comer.

Las dos campañas muestran un plausible interés por cubrir necesidades vigentes en la escuela pública. En ese sentido, hay que destacar un meritorio afán de cooperación y solidaridad.

Fuente: lanacion.com.ar