El aumento de la inscripción de estudiantes en la provincia de Buenos Aires exige más recursos humanos y materiales.
Uno de los problemas más severos que viene afectando a nuestra sociedad en general, y al sistema educativo en particular, es el que se refiere a la retención de alumnos en la escuela.
El mal se inicia con la repitencia, continúa con el abandono de las clases y concluye por ser una formal deserción, en su mayoría adolescentes de la escuela media que, al permanecer ajenos al estudio y al trabajo, para el cual no se capacitan, se encaminan al destino riesgoso de la marginación social.
Precisamente, en el curso de una entrevista, el titular de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Mario Oporto, respondió a preguntas relacionadas con la retención escolar y con los efectos de la ley que otorga una asignación universal por hijo inscripto en el sistema.
Según lo informado por el funcionario, la deserción escolar alcanzó en 2009 al 3,6 por ciento de los matriculados, lo que significa un conjunto de 168.000 alumnos; de ellos, 130.000 pertenecían a la escuela media.
Esa cifra, en el universo de 1.400.000 alumnos del secundario bonaerense, representa una reducción de 1,4 por ciento en la secundaria básica y del 0,9 por ciento en los años superiores del secundario, si se comparan con los datos de 2008.
Una información de interés es el aumento de los inscriptos en la enseñanza media, como efecto positivo de la asignación universal que reciben los padres por hijo que certifique su condición de alumno. En este sentido, la inscripción se incrementó en 138.000 estudiantes y el mayor aumento se registró en el 4º año de la secundaria.
Como se ha comentado en estas columnas, la consecuencia positiva de los adolescentes recuperados para la enseñanza constituyó a la vez un impacto en las escuelas, porque el número de inscriptos llegó a cuadruplicarse con relación al año anterior, especialmente en el segundo cordón del conurbano bonaerense. Esto obligó a soluciones forzadas en lo inmediato y a acelerar soluciones de fondo para los próximos años; por ejemplo, la licitación de 180 nuevas escuelas que se sumarán a otras tantas ya construidas, según dijo el director general. Agregó el funcionario que se crearon 120 establecimientos para el nivel inicial y anunció 200 más al término del año lectivo.
Es apreciable, sin duda, el beneficio reportado por la asignación universal, una forma de subsidio a los padres para ganar alumnos en las escuelas que ha venido demostrando su efectividad en numerosos países de distintos continentes. Cabe indicar al respecto que Brasil ha sido la nación que más recursos financieros puso al servicio de esta medida, con el 0,5 de su PBI.
Según lo observado, el subsidio ha tenido un efecto positivo en el mundo, aunque se recomienda, en primer lugar, no descuidar el control de sus exigencias para otorgarlo (certificación de inscripción y concurrencia escolar) y, en segundo término, vigilar que no sea manipulado por formas de corrupción política (fomento del clientelismo, por ejemplo).
Es necesario añadir otra condición: que la escuela pueda responder satisfactoriamente con sus recursos humanos y materiales al crecimiento de la matrícula. De lo contrario, sería una frustración, ya que el aumento de alumnos no se correspondería con la calidad de la educación esperada.
Fuente: lanacion.com.ar
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