El Gobierno francés está decidido a iniciar una “guerra nacional” contra la inseguridad ciudadana, según expresión del ministro del Interior, Brice Hortefeux, en línea con las propuestas hechas por el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
“Estamos al lado de las víctimas y sólo tenemos un enemigo: los rufianes que envenenan la vida de la gente honesta”, afirma Hortefeux en una entrevista que publica hoy el diario “Journal du Dimanche”.
“No sólo tenemos que ser reactivos, sino sobre todo tenemos que ser ofensivos”, justifica el ministro del Interior, quien anuncia en la publicación un tono más duro y detalles de la “represión” que adelantó Sarkozy en un polémico discurso pronunciado el viernes en Grenoble (sureste).
El presidente de la República anunció en esa ocasión que se retirará la nacionalidad a delincuentes franceses de origen extranjero que hayan atentado contra autoridades públicas.
El jefe del Estado mencionó que en el ámbito de aplicación estaría “toda persona de origen extranjero que voluntariamente haya atentado contra un funcionario de policía, un militar de la gendarmería u otra persona depositaria de autoridad pública”.
Hortefeux detalla que las medidas anunciadas por Sarkozy estarán dentro de un proyecto de ley sobre seguridad interior que presentará el propio ministro en el Senado el 7 de septiembre y otro proyecto que, sobre la inmigración, defenderá Eric Besson (ministro de Inmigración) en septiembre en la Asamblea Nacional.
“Cuando se trata de adaptarse o de afrontar nuevas dificultades, no dudamos en hacerlo”, adelanta el ministro, quien califica las medidas anunciadas por Sarkozy de “justas, esperadas y eficaces”.
El discurso del presidente ha provocado la polémica en Francia, donde en seguida se escuchó el rechazo de la oposición de izquierdas, desde cuyas filas se alerta de que se trata de medidas que atacan incluso los fundamentos de la República francesa.
Las medidas fueron anunciadas después de los recientes enfrentamientos en la propia Grenoble entre habitantes de un suburbio de población mayoritariamente de origen inmigrante y la policía por la muerte de un atracador.
También después de las vandálicas protestas de miembros de la etnia gitana en una pequeña localidad del centro del país, que hicieron que días más tarde Sarkozy anunciara que la mitad de sus campamentos ilegales serán desmantelados en tres meses y que se expulsará a sus países de origen a los miembros de ese colectivo que que hayan cometido algún delito.
El ministro Hortefeux declara hoy que esas medidas no pretenden “estigmatizar a ninguna comunidad en concreto: no se ocupa de manera ilegal un espacio público o privado. En tres meses, la mitad de los campamentos ilegales localizados se evacuarán”, confirma el ministro.
Hortefeux además se refiere al polémico caso de Lies Hebbadj, un francés de origen argelino, presunto polígamo, cuyo caso saltó a los medios de comunicación después de conocerse que se sospechaba que tuvo una docena de hijos con cuatro mujeres distintas que presuntamente recibieron ayudas sociales por hacerse cargo de familias monoparentales.
El ministro califica de “inaceptable” casos como el de Hebbadj, afirma que pretende luchar contra ellos y que es un ejemplo de situaciones en las que se debe poder quitar la nacionalidad francesa.
Fuente: noticias365.com.ve
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