por Fabiola Czubaj
Es para chicos o adolescentes insulinodependientes y fue desarrollado por una ONG. Aprender a controlar la diabetes ya es cosa de chicos.
Un juego de computadora, para usar a partir de los cinco años, ayuda a que, mientras se divierten, chicos y adolescentes insulinodependientes sepan cómo administrar los niveles de azúcar en sangre para poder correr, saltar y hasta salvar el mundo de unos mutantes que pueden restarle bastante energía en el camino.
"Está destinado a chicos con diabetes tipo 1, sus hermanos o amigos, pero también a los docentes y los médicos", explicó Sylvia Brunoldy, de la Liga Argentina de Protección al Diabético (Lapdi).
Y según las opiniones de los chicos y los adolescentes que lo usaron hasta ahora, Zak versus los Mutantes, que Lapdi distribuye gratuitamente, es un incentivo para convivir en buenos términos con la enfermedad.
"Los chicos diabéticos pueden ser un superhéroe, como Zak, que en el juego nunca muere, sólo se desmaya cuando pierde fuerzas al gastar la energía y debe reiniciar el nivel", contó Brunoldy, secretaria de la comisión directiva de la liga.Se estima que, en la Argentina, alrededor del 7% de la población tiene diabetes (unos 2,8 millones de personas). Según Lapdi, hay alrededor de 150.000 chicos diabéticos en el país.
En la diabetes, el organismo no produce o no puede utilizar correctamente la insulina, que es la hormona que permite el ingreso de los azúcares en las células para utilizarlos como energía. En la tipo 1, de aparición juvenil, la incapacidad de producir insulina hace que el azúcar (glucosa) se acumule en la sangre en lugar de entrar en las células. Las inyecciones de insulina hacen que el nivel de glucosa en sangre (glucemia) baje, al hacer que salga de la sangre e ingrese en las células, en las que se almacena.
A fines del año pasado, la Legislatura porteña declaró a Zak versus los Mutantesde interés sanitario, lo que le abre las puertas de las aulas. "Es el primer juego interactivo sobre diabetes del mundo. Cuando comienza, Zak cuenta que tiene diabetes y que su médico le dijo que tiene que hacer actividad física -indicó Brunoldy-. El juego explica de qué se trata la diabetes, mejora la integración y hasta incentiva la alimentación saludable."
En el camino, el personaje puede comer manzanas y viandas, que incluyen un sándwich de jamón y queso, para mantener controlado el azúcar en sangre. Eso hace que el indicador de energía se mantenga estable. Si come de más, el indicador se pone en rojo, y tiene que medir la glucemia y corregir el nivel con insulina. En el diseño del juego, participó la nutricionista Gladys Vairetta, educadora en diabetes de Lapdi.
La elección de los alimentos tiene su explicación: mientras que la manzana aporta azúcar rápidamente, el sándwich aporta hidratos de carbono simples, sin azúcar, y se digieren más lentamente por acción de la grasa del queso. Ambos productos, dijo, se recomiendan a los diabéticos tipo 1 en las colaciones antes de empezar a hacer actividad física, según los valores de la glucemia. Si éstos son muy altos o muy bajos, se corrigen con insulina y hay que esperar un poco antes de hacer ejercicio.
En una valijita, los jugadores pueden guardar manzanas o sándwiches para usar ante una emergencia contra los mutantes que merodean la ciudad o al encontrarse con el submarino que transporta el material radiactivo que esos enemigos, de los colores y formas más variados, pretenden utilizar para transformar a la población en mutantes.
Todo comienza cuando una pelota rompe una ventana del laboratorio del padre de Zak, que es un científico que está estudiando mutantes. Cuando Zak y su mascota entran en el laboratorio para ir a buscar la pelota, tocan por accidente una computadora, que les indica la primera de una serie de misiones para llegar al cuartel de los mutantes y desbaratarlo. Si Zak controla su glucemia, se aplica insulina cuando es necesario, come bien, hace ejercicio, usa a tiempo unos anteojos especiales para detectar mutantes invisibles y tiene buena puntería con las bolas de béisbol, nada lo podrá detener?
"No hay mejor forma de involucrar y motivar a los jóvenes que con las actividades que más disfrutan. Zak les enseña a los chicos y a sus familias sobre la diabetes, y demuestra que los chicos diabéticos pueden hacerse cargo de su enfermedad y vivir, aprender y jugar como los otros chicos", señaló a través de un comunicado Antonia de Dinardo, presidente de Lapdi, que funciona desde hace 45 años y fue presidida por los doctores Bernardo Housay y Luis Federico Leloir.
Lapdi desarrolló el juego con el auspicio de Abbott. Se puede obtener gratuitamente en http://www.abbottdiabetescare.com.ar/ (hay que completar una ficha de inscripción para descargarlo) o por teléfono a Lapdi al 0800-222-0235, de lunes a viernes, de 12 a 19.
Fuente: lanacion.com
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