La entrega de netbooks a estudiantes debería haberse encarado como parte de un plan pedagógico integral en todo el país.
El panorama educativo "tecnológico" de la Argentina se está presentando hoy, por decir lo menos, muy variado y disperso. Si se leen cuidadosamente las crónicas periodísticas aparecidas desde el último anuncio presidencial de principios de abril, en el sentido de que para 2012 todos los alumnos de las escuelas secundarias estatales del país tendrán su propia computadora portátil, puede comprobarse que la distribución de las computadoras personales del programa Conectar Igualdad.com.ar viene haciéndose, como era lógico esperar, en distintas localidades del país.
Comenzó por las escuelas técnicas de Entre Ríos, pero también se han repartido en San Miguel de Tucumán y Tandil, por citar sólo algunas ciudades.
Sin embargo, la entrega de esas computadoras convive en este momento con la de otras netbooks, que también son entregadas en escuelas de la zona por otros programas independientes: por ejemplo, el de San Luis -el más desarrollado y, aparentemente, el más efectivo pedagógicamente, al decir de los expertos-; el de la ciudad de Buenos Aires (el Plan Integral de Educación Digital, lanzado a principios de mayo último como una experiencia piloto en tres escuelas primarias comunes, dos de recuperación y la escuela hospitalaria del Garrahan); los constituidos por las iniciativas de municipios, como el de Comodoro Rivadavia, o el implementado por la provincia de La Rioja, que optó por adquirir 60.000 computadoras X0 1.5 de la organización One Laptop Per Child (OLPC), de Nicholas Negroponte, las mismas que adoptó Uruguay para su exitoso plan de informatización educativa conocido como Plan Ceibal.
Es cierto que cada provincia puede decidir cómo encarar la distribución de netbooks , desde el momento en que cada Ministerio de Educación provincial no depende del nacional para estos temas, como tampoco depende del presupuesto nacional para el pago de salarios de los docentes.
Sin embargo, algo tan importante y serio como el futuro informático de los alumnos argentinos debería haberse encarado como un plan integral, de mediano y largo plazo, como deben ser siempre los emprendimientos educativos.
Sin quererlo, se ahonda así la brecha tecnológica y la desigualdad educativa, y esto ocurre entre distintas regiones del país. Lo cual puede ocurrir porque se tiene una mayor iniciativa local, porque se goza del favor del gobierno nacional o porque hay mayor capacidad de atraer recursos privados para poner en marcha los planes, pero no en el caso de las provincias más pobres.
Educar no es una carrera contra el tiempo, sino una inversión de largo aliento que no sólo abarca las innovaciones tecnológicas sino -lo más importante- parte de trasfondos pedagógicos que deben estar acordados desde el principio. No podemos decir entonces que exista -mal que le pese al gobierno nacional y a la declamada vocación sarmientina de nuestra Presidenta- una posición unívoca con respecto al uso de las más modernas herramientas tecnológicas de manera tal que constituya un plan general y orgánico.
El Consejo Federal de Educación se reunió recientemente para, entre otros temas, pronunciarse sobre las tristemente famosas "rateadas", lo cual, por supuesto, era necesario e indispensable. Sería de desear, entonces, que una reunión semejante se haga para estudiar cómo organizarse para el uso de las computadoras personales a medida que vayan llegando a las manos de sus usuarios naturales, los alumnos y sus profesores.
En todo caso, tomemos nota de que ya vamos con bastante retraso en la región. En Chile se acaba de anunciar que, para marzo próximo, desde el Ministerio de Educación se iniciará el proceso de acompañamiento de las más de 1500 escuelas municipales del país que recibieron el equipamiento Laboratorio Móvil Computacional (LMC), para que lo incorporen en forma pedagógica orientado a los alumnos de 3° Básico, para que desarrollen las capacidades de lectura, escritura y las operaciones básicas de matemáticas, en modalidad uno a uno, donde cada alumno dispone de una computadora.
Hasta que ese momento llegue, se realizarán durante todo el año reuniones para conocer el plan de trabajo, el cronograma de actividades y los materiales de apoyo con que contarán alumnos y maestros para potenciar pedagógicamente el uso de la netbook .
Fuente: lanacion.com
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