Un grupo de psicólogos norteamericanos trabajó con más de 800 gemelos y llegó a la conclusión de que “los genes de la inteligencia” pueden no desarrollarse de manera plena si a un chico con un gran potencial le toca en suerte una maestra que no sabe explotar sus posibilidades.
El estudio fue publicado en el último número de la revista Science.
La directora de la investigación, Jeannette Taylor, de la Universidad de Florida, dijo que “los genes son importantes para explicar las diferencias que se dan en cuestiones como la lectura y la comprensión de textos”. Sin embargo, la habilidad de leer “está influida por el medio ambiente” social, señaló.
“La importancia de la calidad de los docentes a la hora de obtener todo el potencial de sus alumnos es un hecho que se ha investigado muy poco”, agregó Taylor. “Habitualmente se habla mucho sobre los recursos que tiene disponibles una escuela, en comparación con otras que no tienen posibilidad de brindarles a sus alumnos determinadas comodidades”.
Los profesores no son los únicos que tienen relación con el desarrollo de las capacidades de los estudiantes, aclararon las fuentes. También influyen la familia, el grupo de estudios y los recursos de que disponen dentro del aula, entre otros factores clave.
En el trabajo “La calidad de los profesores modera los efectos genéticos en la lectura precoz” participaron 280 hermanos gemelos idénticos (que comparten el 100% de sus genes) y 526 dicigóticos (50% de los genes), que cursaban el primero y el segundo grado y a quienes se les realizó un examen de su habilidad para leer.
Para comprobar la “calidad del profesorado”, se evaluaron los exámenes que realizaron al inicio y al final del curso. “Si al final de curso los resultados de la evaluación de la lectura mostraban que la media de la clase obtuvo mejores notas que al inicio, pensamos que debía atribuirse a que el maestro era de alta calidad. Y, al contrario, asumimos que las clases con peores calificaciones a lo largo del año tenían un mal profesor”, explicó Taylor.
Los especialistas consultados por Crítica de la Argentina coinciden en la importancia de la escuela y los buenos profesores.
La directora de Educación de la Universidad San Andrés, Silvina Gvirtz, reconoció que el estudio es interesante pero que es muy difícil medir la calidad de la enseñanza que brindan los profesores a sus alumnos.
“Los docentes tienen, efectivamente, un peso muy importante en la formación de los chicos. Sin embargo, creo que si me preguntan si es más importante un profesor que la propia familia, creo que son los padres los que tienen un peso central en la formación”, declaró la especialista a este diario.
La coordinadora del posgrado de Lectura, Escritura y Educación de Flacso, Andrea Brito, reconoció que el estudio viene a confirmar algo que ya es sabido desde hace tiempo: “La dimensión cultural del aprendizaje y la necesidad de la intervención educativa a través de la figura de un adulto. Confirmar esta idea no significa que la enseñanza y el aprendizaje de la lectura en el contexto escolar sean temas resueltos. Por el contrario, los interrogantes persisten. Sin embargo, para que el tema pueda ser pensado desde la responsabilidad educativa en la distribución justa del saber resulta necesario torcer la vara de la investigación hacia dos puntos: por un lado, qué significa, qué implica y qué demanda hoy la práctica de la lectura y, por otro lado, cuáles son las acciones, las condiciones y los potenciales de la escuela y sus docentes para la enseñanza de la lectura por sobre el énfasis en los talentos y los genes de los niños”.
La directora del Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación de la Nación, Margarita Eggers Lan, opinó que los resultados del estudio son “una verdad de Perogrullo” y que hay que evaluar qué denominan como “malos profesores”.
Fuente Crìtica de la Argentina
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