Alberto Armendariz Para LA NACION
Fue una muestra inusual de solidaridad en tiempos de crisis económica, con un objetivo nunca antes visto: reconstruir prácticamente de cero, por primera vez en la historia, un país devastado por un terremoto.
La comunidad internacional se comprometió ayer, en las Naciones Unidas, a donar para la reconstrucción de Haití 10.000 millones de dólares en tres años, de los cuales 5300 millones serán aportados en los próximos 18 meses. Dentro de ese monto, que será entregado por 50 países y organismos financieros internacionales, la Argentina aportará 17,7 millones de dólares, en lo que constituye la mayor donación de toda su historia.
"Hoy, las Naciones Unidas están unidas por Haití", subrayó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que encabezó aquí la conferencia de donantes, a la que asistieron cancilleres de 140 países, que exigieron transparencia en la utilización de los fondos.
La ONU esperaba recaudar unos 4000 millones de dólares. Pero los países se volcaron a dar un apoyo mucho mayor teniendo en cuenta que el sismo de 7 puntos de magnitud del 12 de enero pasado mató a
por lo menos 220.000 personas, dejó a 1,3 millones de haitianos sin hogar y provocó daños estimados en 7000 millones de dólares.
Así, por ejemplo, la Unión Europea prometió 1600 millones de dólares; Estados Unidos, 1150 millones; Brasil , 172 millones, y Japón, 75 millones. La República Dominicana, país vecino de Haití que mantiene tensas relaciones con Puerto Príncipe, desembolsará 50 millones de dólares, en una contundente muestra de solidaridad.
También hubo donantes inesperados: Qatar, un país rico en petróleo, comprometió 20 millones de dólares; Gambia, un millón, y China, que no tiene relaciones diplomáticas con Haití por los lazos de este país con Taiwan, proporcionará 1,5 millones.
"Hoy nos hemos movilizado para darle a Haití y su gente lo que más necesitan: esperanza para un nuevo futuro. Hemos tenido un buen comienzo, ahora necesitamos cumplir con nuestra palabra", añadió Ban.
"Necesitamos tener éxito en Haití; lo que suceda allí tendrá repercusiones más allá de sus fronteras", dijo por su parte la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que asistió al encuentro con su marido, el ex presidente Bill Clinton, actual enviado especial de la ONU a Haití. Los Clinton tienen una relación especial con esta nación caribeña, donde pasaron su luna de miel.
"Los desafíos que han plagado a Haití pueden hacer erupción con consecuencias globales", agregó Hillary al destacar la lista de males que han aquejado al país más pobre de las Américas, como las altas tasas de infecciones con el virus del VIH, tuberculosis y mortalidad infantil, además de la violencia y la corrupción.
"Después del tsunami de 2005, más de 80 países proveyeron ayuda humanitaria inmediata a los afectados y 20 dieron asistencia para la reconstrucción. Esta vez más de 140 países dieron ayuda humanitaria a Haití y unos 50 comprometieron el apoyo para la reconstrucción", dijo.
Ban se hizo eco de las dudas de los diplomáticos a su alrededor por desembolsar tanto dinero en un país con un largo historial en la mala utilización de recursos.
Y les pidió al presidente haitiano, René Préval, y a su premier, Jean-Max Bellerive, ambos presentes en el encuentro, un gobierno "plenamente democrático, con un poder judicial independiente y una sociedad vigilante y respetuosa de los derechos humanos".
Hillary Clinton indicó, en tanto, que la comunidad internacional también debe encarar esta reconstrucción de manera diferente de lo que se ha hecho en el pasado, con nuevas prácticas.
"Será tentador caer en los viejos hábitos de trabajar separados del gobierno en vez de con ellos como socios, o en financiar una serie independiente de proyectos bien intencionados en vez de realizar las profundas inversiones de largo plazo que Haití necesita ahora. No podemos regresar a estrategias fallidas", advirtió.
Por su parte, Préval manifestó su agradecimiento y el de los 9 millones de haitianos por la solidaridad internacional, y dijo estar dispuesto a encarar la "refundación" de Haití.
"La comunidad internacional ha hecho su parte, ahora le toca al pueblo haitiano hacer la suya", afirmó.
También explicó que además de enfocar la ayuda financiera en asistencia humanitaria urgente, como refugios temporales y medicinas, gran parte de las primeras entregas de dinero servirán para pagar a empleados estatales fundamentales en estos momentos, como médicos, policías y maestros.
Los fondos internacionales serán canalizados a través de la nueva Comisión Interina para la Recuperación de Haití, que estará dirigida por Bill Clinton y Bellerive, y contará con 12 miembros de diversos países.
La comisión, según dijo el ex mandatario estadounidense, pondrá énfasis en un sistema de control permanente y público del dinero: se podrá consultar a través de Internet el destino de cada partida. También mantendrá un firme seguimiento de las promesas de contribuciones hechas por los distintos países.
Esperanzado por el masivo apoyo brindado ayer, Bellerive estimó que para el año 2030 Haití podría ser considerado un país emergente, con una infraestructura más moderna y una sociedad más abierta y educada que la que tenía antes del catastrófico terremoto.
50 Países del mundo aportan los fondos para la reconstrucción del devastado país. Se añaden a 140 que dieron ayuda
Fuente: lanaciòn.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario