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martes, 2 de marzo de 2010

Jean-Paul Fitoussi: "La causa de la crisis es la desigualdad"

Por: Cesare Martinetti*

Este discípulo francés de Norberto Bobbio llegó a Turín para brindar la primera conferencia de un ciclo dedicado al politólogo italiano. "El me enseñó que la cuestión de la igualdad es la que explica al mismo tiempo los conflictos entre los hombres y con la naturaleza", dice sobre su mentor. 
 
 La igualdad es un valor matemático, pero también político. La economía, en su parte contable, parecería simple, pero es la política la que tiene que tomar sus responsabilidades. Sobre todo, advierte el especialista, en esta esquina del mundo, que se llama vieja Europa.


Profesor, ¿cómo funciona hoy una democracia?

Una democracia para ser tal debe vigilar continuamente el grado establecido de igualdad en la sociedad y entre sus ciudadanos. Bobbio decía esto y a mí todavía hoy me parece decisivo por su ubicación en la izquierda, porque en cierta manera la izquierda es inmanente en las democracias que están basadas sobre una idea de igualdad.

¿Considera que la crisis financiera internacional tendrá efectos sobre la democracia en el mundo?

No creo que los regímenes políticos cambien, pero lo que quedó claro es que la economía de mercado no puede sobrevivir sin un régimen político. La separación entre economía y política se reveló como una ilusión. La democracia también contribuyó a paliar ese efecto, de un modo imperfecto, pero lo hizo.

¿Cuál es el resultado de ese trabajo?

Evitó que una regresión del Producto Bruto Interno terminara en una catástrofe, como efectivamente sucedió en la década de 1930. La política se hizo cargo de sus responsabilidades, todos los regímenes democráticos a nivel mundial intervinieron y salvaron sus bancos, no para salvar a las empresas, sino para evitar consecuencias desastrosas para el sistema, como la pérdida de respaldo para los ciudadanos y favoreció un relanzamiento de la economía.

Pero no todos los gobiernos democráticos actuaron de la misma forma. ¿Cuáles fueron más eficaces?

Cuando se hacen este tipo de comparaciones entre el esfuerzo que hizo Estados Unidos y Japón y el que se hizo en Europa, hace falta decir que ha funcionado, y que la democracia europea fue menos efectiva que la norteamericana respecto de estas circunstancias.

¿Por qué?

Porque Europa es doctrinaria, y entonces mantiene sobre todo la estabilidad de los precios, el equilibrio de las cuentas públicas y de la competencia. Por todo eso no discutió un plan de estímulos económicos a la altura de lo que se podía aguardar. La causa de esto es que Europa es prisionera de una trampa que construyó y que se llama ausencia de democracia.

¿Qué significa esto?

Que cuando un país europeo, Italia por ejemplo, toma la decisión de relanzar su economía debe saber que esta decisión tendrá tal vez más efectos positivos sobre Francia o Alemania que sobre la misma Italia. El país que tiene una política anticíclica, la paga en términos de equilibrio, mientras los demás gozan los beneficios.

¿No se puede relanzar la economía sin aumentar el defícit?

Si usted tiene una forma de hacerlo, es verdaderamente un genio. Europa tiene una deuda y una desaceleración sustancialmente inferior al de Estados Unidos o Japón. Es una especie de paraíso de la finanzas públicas. Y sin embargo, los especuladores atacan a Europa.

¿Por qué?

Porque no existe un gobierno europeo. La Unión Europea paga un precio económico a su falta de políticas activas.

La impresión es que en ausencia de este gobierno europeo que menciona se está reformando el eje franco-alemán. ¿Es así?

No creo, porque hay un desacuerdo de fondo de teoría económica entre Alemania y Francia. Simulan estar de acuerdo, pero nada más. La verdad es que por el momento tenemos una Europa alemana y debemos obedecer a la economía alemana, vale decir, a una tasa baja de inflación. Sin embargo, sabemos que eso no sirve. La experiencia nos enseñó que la estabilidad macroeconómica del mundo nunca se debió a la estabilidad de los precios. Y no obstante, pensábamos que ese era el mejor modo de gestionar las economías nacionales en un contexto de globalización.

¿Cuál es su receta?

No tengo recetas milagrosas. Es un problema de decisión política. Yo creo que la causa de esta crisis fue el crecimiento de la desigualdad en el último cuarto de siglo. Los mercados financieros crecieron enormemente y cuando todo explotó nos dimos cuenta de que no había rédito suficiente para hacer funcionar la economía. Demasiada gente se volvió pobre y la única forma de sostener su nivel de vida fue endeudándose.

¿Quién resistió mejor a la crisis?

Si miramos las cifras de caídas del Producto Bruto Interno de cada país, diría que los Estados Unidos y Francia. Italia sufrió más, casi el doble, y Alemania sufrió incluso un poco más que Italia. Pero en el plano social las cosas van muy mal: la desocupación continúa aumentando y esta es la verdadera crisis.

¿Cuándo volverá la ocupación plena?

Nadie lo sabe. Yo temo que haya un contagio de medidas recesivas. Primero Grecia y España, luego Portugal...¿Ve que podemos regresar a Bobbio? Vigilemos la igualdad, porque es la sustancia de la democracia.
(Fuente: Revista Ñ)

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