MIRAMAR (Corresponsal).- Desde 2003 la Fundación de Ayuda Integral a Discapacidad e Infancia (FAIDI), cumple un rol trascendente en la vida social de Miramar ya que se desarrollan diversos proyectos que apuntan a la igualdad, mermar la pobreza y lograr una mejor calidad de vida, tarea por demás valedera dentro de una realidad compleja del país.
Entre las iniciativas se encuentran las “Comunidades Productivas Solidarias Argentinas”, enmarcadas en un plan general llamado “Vuelta al Campo” diseñado el 1973 por el entonces ministro de Agricultura bonaerense, Guillermo Gallo Mendoza.
“Tenemos un predio de 4 hectáreas ubicado sobre calle 96 al 1000, en el corazón de los barrios Las Flores y Aeroparque, lo compramos el 12 de Mayo de 2017 aunque estamos desde 2013. Ahí funciona un Centro de Desarrollo Infantil y Apoyo Social donde trabajamos directamente con 90 familias y tenemos otras 50 en lista de espera. Son 500 personas entre niños y adultos mayores donde se incluyen también personas con diversas discapacidades”, indicó a LA CAPITAL, María José Rollíé, presidenta de Fundación FAIDI.
El grupo de trabajo está compuesto con personas de distintos orígenes pero comprometidos en un accionar social de forma voluntaria. Estos colaboran en diversas iniciativas que apuntan al desarrollo de distintas potencialidades.
Otra de las importantes acciones se gesta a través del Centro de Primera Instancia Materno Infantil “Dr. Laureano Maradona” que se encuentra en etapa de adecuación edilicia.
“Estamos refaccionando la cocina, transformándola en una sala de elaboración de alimentos habilitada para la capacitación en cocina y nutrición. Ya estamos muy avanzados en las obras e iremos hacia las aulas para los bebes de 45 días a 5 años más los baños”, argumentó la titular del organismo.
En otro edificio frente al CPI se plantea construir próximamente la “Casa de la Familia Trabajadora”, un centro de capacitación en oficios tanto en cocina, como otros relacionados con el valor agregado de alimentos y construcción. Paralelamente, desde el año 2013 existe una huerta agroecológica comunitaria donde se capacita a familias en producción de vegetales y hortalizas en forma natural, recuperando de alguna manera costumbres tradicionales de los antepasados.
También se está concluyendo en el lugar un invernáculo de 180 metros y un laboratorio de propagación vegetativa acelerada donde un grupo de personas, incluidos aquellos con discapacidades diversas, realiza plantines en el marco del programa “Promover” de inclusión laboral, implementado desde el área de Empleo municipal con asesoramiento técnico de INTA.
Apoyo económico
“Para las obras realizadas recibimos el apoyo del senador provincial, Eduardo Schiavo quien otorgó un subsidio destinado a la instalación del sistema de riego de la huerta y en el 2017 para la compra de la tierra. El mes pasado recibimos otra suma de dinero del vicegobernador, Daniel Salvador utilizada para reparar la cocina”, destacó Rollié.
“De los fondos otorgados vamos a publicar el nuestra página de Facebook la rendición de cuentas públicas a toda la comunidad y también trabajaremos en un reporte a Naciones Unidas y UNICEF ya que los principales objetivos de nuestro trabajo es la reducción de la pobreza y el hambre”, agregó.
Origen y realidad
Hace unos algunos años todo comenzó con una serie de 20 talleres en la Escuela Nº4 “Luis Elías Vernet” con chicos que cursaban lo que era 7mo, 8vo y 9no años de la ESB. La idea era evitar que abandonen el establecimiento educativo por falta de recursos materiales o contención. De esta manera, del 2005 al 2007 se amplió el proyecto integrando a 20 alumnos de la escuela especial 501, con seguimiento curricular, deporte y de orientación para la vida y el futuro trabajo.
“Fue una etapa muy enriquecedora, recuerdo con mucha aprecio a ex directoras de ambas escuelas como también directivos de la escuela especial 501. Fueron años de mucha aprendizaje donde vimos la realidad del día a día de las familias que viven en situación de pobreza, donde las condiciones de vida son muy duras”, argumentó la referente de la Fundación.
“Desde hace años no hay movilidad social ascendente, las familias van pasando de generaciones y permanecen estancadas en las mismas condiciones por falta de oportunidades laborales, con ingresos escasos para la subsistencia es decir sin un proyecto de vida digno ni de desarrollo personal”, puntualizó.
Dentro de un contexto complejo creció Fundación FAIDI, que más allá de construir el actual CPI Materno Infantil para resguardar a los niños, busca continuar fortaleciendo el ámbito familiar mediante herramientas y capacitación para que las personas puedan vivir dignamente de su trabajo.
Fuente: lacapitalmdp.com
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