Derribar muros desde una radio

La Colifata, la radio del hospital psiquiátrico J. T. Borda de la Ciudad de Buenos Aires, celebra sus 20 años.

Hace 20 años, sin recursos técnicos, económicos ni institucionales comenzamos una aventura que se convirtió en Radio La Colifata, la primer radio del mundo en transmitir desde un psiquiátrico. Gracias a la iniciativa de muchos periodistas “La Colifata” empezó a ser retransmitida en varias radios. Al poco tiempo, por iniciativa de nuestros oyentes pusimos una antena en la terraza del Hospital Borda. Esa antena permitía que la voz de los que estaban encerrados allí, insista en el intento de ser escuchada. Y fueron escuchados, y pasaron 20 años y siguen siendo escuchados porque gracias a los oyentes, es que recomenzaron a tener algo para decir. La radio fue una máquina de creación de presente convocante, una usina de metafora en un lugar donde en muchos casos “nunca pasa nada”. La radio ayudó a recuperar un pasado, a ponerlo en palabras y crear un presente compartido, base fecunda para la recuperación de proyectos, es decir, de futuro. La radio supuso en quien hablaba una persona, un ser, no un enfermo (lo que no quiere decir negar el hecho de un padecimiento y del derecho a ser asistido).
Los internos no juegan a la radio, estas personas tienen una radio.
La radio no es sólo información; la radio puede no ser aparato de influencia, modos sofisticados de guerra fría, espacios de operación mediática. La radio puede ser producción de sentido inacabado, creación de cultura y comunidad.
La Colifata cosechó premios y reconocimientos tanto a nivel local como internacional. Ayudó en el camino de externación de cientos de internos del Borda y –sobre todo- acompañó luego a cada uno, siendo soporte para el sostenimiento de una vida en comunidad y en el pleno ejercicio de sus derechos. Hemos organizado votaciones, hubo casamientos y cientos de viajes. En 20 años mas de 20 internos pudieron conocer América y Europa (pequeñas y deliciosas burlas a un destino que parecía obstinado en producir monotonías y encierros).
Muchas veces quisieron cerrarnos, otras absorvernos, incluso hasta quisieron hacer una FM Borda dejandonos afuera. Como iban a cerrar algo que se abría saludable a la posibilidad de un encuentro.
Tenemos hoy una práctica consolidada y un modelo que se replica en el mundo. Hay experiencias inspiradas en La Colifata en Francia, Italia, España, Suecia, Rumania, México, Portugal, Costa Rica y podriamos seguir.. Uruguay, Chile - entre otros países -, y existen mas de 20 experiencias en el interior del país.
Hoy queremos celebrar y agradecer: Celebrar el hecho de seguir vivos y agradecer a todos medios el modo respetuoso y afectuoso que tuvieron siempre para con nosotros. La Colifata siempre fue cuidada por todos, y siempre valorada. La Colifata entonces es un logro de todos.
La Colifata es una Asociación Civil sin fines de lucro, históricamente fue económicamente sostenida desde el exterior. En los últimos tres años, el 85% del financiamiento provino principalmente de Francia a través de la Academia Nacional de Artes y Ciencias. De España a través de Manu Chao, Aquarius y Sony, y de EEUU a través de Francis Ford Coppola.
La Colifata se transformó en herramienta potente que abrió espacios para trabajar el problema del estigma de la locura, a la vez que logró constituirse en un espacio clínico de inusitada potencia. Radio La Colifata no es sólo una radio, es un proyecto alterativo y deconstructor de sufrimientos. Es puente que conecta y nos hace “artistas” en la creación de condiciones para un encuentro. LA COLIFATA es un puente donde sólo hay muros.

Fuente: hacercomunidad.org