Un estudio de una consultora ligada al Gobierno nacional afirma que la mitad de la población del país es pobre o está cerca de serlo. La Plata, donde hay 127 asentamientos, no escapa a esa situación.
Lejos del país irreal que pretende mostrar el Gobierno nacional con las cifras dibujadas del Indec, hay una realidad que golpea a los ojos de cualquier argentino que quiera verla. A pesar del crecimiento económico sostenido de los últimos años, la pobreza sigue siendo un problema sin solución en los últimos años. Según el Instituto de Estadísticas y Censos del Estado nacional, el índice de pobreza no supera el 9,9% y el de indigencia se ubica en torno al 2,5%. Sin embargo, los cálculos privados arrojan números muy distintos. Concretamente, un sondeo de la consultora Equis, muy cercana al gobierno nacional, revela que la pobreza afecta al 20,7% de la población activa argentina y la indigencia al 5,7%, mientras que otro 30,4% “está en una situación de riesgo inmediato de caer en ella”.
Es decir que, de acuerdo con la consultora de Artemio López, la mitad de la población del país es pobre o corre riesgo de serlo. Si se comparan esos números con los datos de 2009, la indigencia se mantuvo prácticamente en el mismo nivel: 5,4 había sido el anterior resultado, según el informe de Equis.
En La Plata también hay hambre
Esta realidad no escapa a nuestra ciudad, donde la pobreza también está presente en muchas familias platenses.
Según la ONG Un Techo para mi País, en el Gran La Plata existen 127 asentamientos, en los que viven 18.867 familias. “La pobreza es estar al margen del acceso a una educación de calidad, a un sistema de salud, a fuentes formales de trabajo, a un sistema de justicia que vele por sus derechos. Es vivir fuera del circuito y no tener la más mínima oportunidad de entrar en él”, dijo a Hoy el director social nacional de Un Techo para mi País, Agustín Algorta. Sólo para citar un ejemplo, de acuerdo a una investigación realizada por Hoy, en el barrio platense Puente de Fierro, en la zona de 28 y 90, se detectaron días atrás al menos 60 menores de edad con síntomas de desnutrición. Esa realidad se repite en varios de los asentamientos donde el hambre aprieta a los sectores más postergados.
A nivel nacional, los datos de Equis no son los únicos que reflejan la situación real de la pobreza y que difieren de los cálculos oficiales. La Universidad Católica Argentina (UCA) advirtió días atrás que la pobreza llegó al 29,6%, y la indigencia alcanzó el 10,9% en el último trimestre de 2010.
Para el director de SEL Consultores, Ernesto Kritz, la pobreza también sería superior al 20%. El consultor aclaró que “con los microdatos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares), la pobreza debe de estar en un 22 o 23 por ciento”.
Sin embargo, el dato curioso es que las cifras desalentadoras para el Gobierno nacional ya no provienen sólo de los sectores opositores. El sociólogo Artemio López ha demostrado afinidad al Gobierno kirchnerista. Las cifras sobre la pobreza de su consultora Equis coinciden con las del Centro de Investigación y Formación (Cifra), ligado a la CTA oficialista, que conduce el dirigente K Hugo Yasky. Según Cifra, a fines de 2010 la pobreza alcanzaba al 22,9% de la población, y la indigencia al 6,1%.
La asignación universal no fue una salida
Una de las principales medidas para combatir la indigencia que adoptó el Gobierno nacional es la asignación universal por hijo, aunque no contribuyó en gran medida a reducir la cantidad de indigentes. Según un informe de Idesa, “la baja eficacia para eliminar la indigencia está asociada a que se apeló a otorgar la asignación a todo hogar cuyos padres se declaren desocupados o trabajando en la informalidad. Sin censo ni evaluaciones sobre la condición socioeconómica de los hogares, la cobertura llega de forma muy parcial a la población indigente y muchos beneficios se diluyen entre población no indigente e incluso no pobre”.
La canasta básica, por las nubes
En cuanto a la canasta básica, mientras que para el Indec se necesitan 1.252 pesos para no caer en la pobreza y 578 para no entrar en la indigencia, para la consultora Equis se necesitan al menos 1.837 pesos para no ser pobre y 871 para no ser indigente.
Mientras, en relación al valor de la canasta básica de la clase media y alta, según el estudio de Equis para diciembre de 2010, los primeros gastaban un promedio de 3.675 pesos, mientras que los segundos tenían un gasto que partía de los 7.347 pesos.
De acuerdo a la consultora privada, un hogar medio de un matrimonio con dos hijos en el área metropolitana que percibe entre 1.980 y 3.957 pesos está en riesgo de caer en la pobreza.
La Copa América de la indigencia no es para Argentina
En otros países de Latinoamérica, el porcentaje de indigencia de la población es muy inferior. Mientras la cifra oficial de indigencia en Argentina es del 2,5% de la población, en Uruguay, por ejemplo, la tasa de indigencia se ubicó en el 1,2% de la población, según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).
En ese sentido, el director de la Fundación Pensar, Miguel Braun, aclara que “con una medida comparable, como es definir como pobre a quien vive con menos de US$ 4 por día, entre 1992 y 2010 la pobreza en Brasil se redujo de 55% a 28%, en Argentina se mantuvo en 16%. Brasil pasó de 83,7 a 53,3 millones de pobres, y Argentina, de 3,5 a 6,7 millones”.
La ONU quiere reducir la pobreza rural
El presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Kanayo Nwanze, evaluará desde hoy el estado de los programas de reducción de pobreza rural en la Argentina, en el marco de su visita al país.
En su visita a la Argentina, el titular del Organismo de las Naciones Unidas para la lucha contra la pobreza rural busca apreciar por sí mismo las nuevas oportunidades que los programas financiados por la FIDA ofrecen a los productores familiares para ayudarlos a salir de la pobreza. Nwanze viajará al Chaco y a Misiones el 6 y 7 de julio para evaluar el impacto que ha tenido el Programa de Desarrollo de Areas Rurales (Prodear).
Fuente: diariohoy.net
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