El ser humano necesita con frecuencia atravesar por situaciones límite para tomar conciencia de las realidades que viven los otros.
Una enfermedad súbita y de gravedad nos pone en contacto con personas que también la padecen y con entornos familiares que comparten esa lucha. El hecho de que un ser querido o uno mismo necesite el trasplante de un órgano para seguir viviendo, nos coloca en una situación de angustia. Se descubre entonces la importancia de la solidaridad y de la donación de órganos.El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) es el organismo que impulsa, norma, coordina y fiscaliza las actividades de donación y trasplante de órganos, tejidos y células en nuestro país. En su Memoria 2010, señala que el año pasado la Argentina alcanzó su cifra máxima histórica en materia de donantes y trasplantes de órganos. Se indica un avance que la generación de donantes creció un 17% con respecto de 2009. El 51% de los donantes fueron multiorgánicos, es decir que donaron más de un órgano. El 81% de los donantes provino de establecimientos de dependencia pública. Se especifica que 270 pacientes mayores de 60 años accedieron al trasplante con órgano proveniente de donante cadavérico; 127 pacientes menores de 18 años accedieron al trasplante con órgano proveniente de donante cadavérico.
En ese marco estadístico, en Tucumán se registraron también logros. Según la titular local del organismo, en 2010 la provincia casi triplicó la cantidad de donaciones y se duplicó la tasa de donantes por millón de habitantes. Hubo 17 donantes reales, 11 más que en 2009 y se registró un récord de trasplantes de córneas: 20, contra los seis que se registraron en 2008, y los 13 de 2009. Sin embargo, aún se está lejos del objetivo a alcanzar. De acuerdo con la estadística online del Incucai, Tucumán tiene 357 personas en lista de espera, de las cuales 237 necesitan órganos, 215 aguardan un riñón y 120 están a la espera de una córnea.
Según un médico de la delegación local del organismo, en lo que va de 2011, ya se registraron siete trasplantes. Indicó que este avance influyó la designación del Padilla como hospital donante, es decir en un centro de ablación y de trasplantes de órganos. Agregó que Tucumán, con 11,7 donantes por millón de habitantes, todavía está lejos de la media nacional, que es de 14,5 donantes por millón, pero se progresó si se tiene en cuenta que en 2009 en el índice provincial era de 5,3 por millón.
Según un sondeo realizado el año pasado por nuestro diario en su versión digital, entre 1.630 ciberlectores, más del 70% expresó su voluntad de brindar sus órganos. El 28,52% de los encuestados respondió negativamente, divididos entre el 21,02 % que dijo que el tratamiento le ocasionaba incertidumbre y el 7,5 % que no estaba de acuerdo con la donación. Ello está reflejando, por cierto, una falta de información precisa.
La educación es siempre el punto de partida para generar conciencia desde la infancia. Si se incluyeran en los planes de estudios o, por lo menos, se dieran charlas en forma programa y constante en los establecimientos educativos de todos los niveles sobre la importancia de donar los órganos como un acto de amor hacia el otro, es posible que la adhesión fuese mucho mayor aún. Estas charlas podrían estar a cargo no sólo de médicos y especialistas, sino de personas que, gracias a un órgano recibido, hayan salvado su vida. Podrían colocarse mesas informativas en los lugares donde la gente asiste masivamente, como los estadios de fútbol o teatros, así como efectuar campañas en reparticiones del Estado y en las empresas privadas. A mayor información, menos temor y prejuicios. La vida es el don más importante que tenemos; con un gesto generoso podemos evitar la muerte del prójimo.
Fuente: lagaceta.com.ar
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